El fiscal ha anunciado este lunes la rebaja de su acusación al exmayor de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero de un delito de rebelión, por el que le pedía 11 años de cárcel, a 10 años por sedición y ha ofrecido también como alternativa al tribunal poder condenarle por desobediencia, que no conlleva cárcel.
La decisión de retirar la acusación por el delito de rebelión en consonancia con la sentencia del "procés", además de a Trapero, beneficia a los otros dos acusados por ese delito y que también se enfrentaban a 11 años de cárcel: el exdirector de los Mossos Pere Soler y el ex secretario general de Interior César Puig -segundo del exconseller Joaquim Forn, condenado a 10 años y medio por sedición-.
De este modo, el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, ha reducido su petición de pena para estos tres acusados dejándola en 10 años por sedición o como alternativa 10 meses de multa a una cuota de 200 euros diarios por desobediencia e inhabilitación para cargo público, mientras que para la tercera acusada, la intendente de los Mossos Teresa Laplana, ha mantenido su petición de 4 años por sedición o 5 meses de multa e inhabilitación por desobediencia.