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Familias Perseguidas por la Fiscalía

el derecho a la salud y en mayor grado, debe estar garantizada. Y quien gobierna, está obligado a convencer a sus conciudadanos, nunca a vencerlos.

Publicado: 05/09/2020 ·
14:10
· Actualizado: 05/09/2020 · 14:10
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Autor

Rafael Fenoy

Rafael Fenoy se define entrado en años, aunque, a pesar de ello, no deja de estar sorprendido cada día

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En este blog se pretende compartir análisis, reflexión y algo de conocimiento contigo persona lectora

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Familias Perseguidas por la Fiscalía

Comienza el curso escolar y muchas familias no acaban de ver que los centros escolares sean lugares seguros frente al contagio del COVI19. El estado de Alarma, promulgado en marzo de este año, conllevó una campaña informativa mediática muy intensa por parte del Estado, para hacer consciente, a la población en general y a las familias con menores, de los enormes riesgos a los que se exponían si no seguían las instrucciones para el confinamiento de todos ellos.

La situación, a estas alturas del año, se vive con honda preocupación por los “rebrotes” de contagios que en todos los territorios se vienen produciendo. Por otro lado las medidas de prevención de contagios se van haciendo más contundentes en multiples sectores de la vida ciudadana y sin embargo estas “precauciones” parecen brillar por su ausencia en los establecimientos escolares al inicio del curso escolar.

Las redes se llenan de mensajes que comparan todas las medidas preventivas en espectáculos, deportes, ocio y restauración, eventos culturales y cívicos… con las tres recomendaciones que  se le hacen a los centros escolares y que con ellas las administraciones públicas pretenden  resolver el grave riesgo de contagio. Evidentemente son las mismas personas adultas las que reciben estos mensajes contradictorios. Por ejemplo para efectuar numerosas gestiones tanto en empresas públicas como privadas se exige pedir cita. Y esas mismas empresas e instituciones públicas están barajando mantener el teletrabajo, es decir la no presencialidad de las personas que en ellas trabajan. El mismísimo gobierno está en la negociación entre empresas y sindicatos para regular esta fórmula no presencial. Y sin embargo estas personas trabajadoras, en calidad de padres y madres de infantes en edad escolar, reciben el mensaje inequívoco de la fiscalía de que ojo con no llevar a sus hijas e hijos a los centros escolares.  

¡Alguien puede explicar estas inmensas contradicciones!  Las administraciones educativas se han reunido para concretar cuándo y de qué forma se cerraran los centros donde se produzcan contagios. Y están preocupadas en que cualquier cierre esté previamente comunicado tanto el Ministerio como a las comunidades autónomas colindantes ¿?.

Los partidos que gobiernan se están jugando perder absolutamente toda la posible credibilidad que presuntamente algún sector de la población le atribuyera. Lejos de aplicar medidas para que los centros escolares estén protegidos de contagios, dejan al azar, con seguridad de contagios porque ya han previsto que hacer en ese caso, cualquier contingencia.  Y ante la intranquilidad de las familias que va en aumento, lanzan a la Fiscalía, cual “guardiana de rebaños” a pastorear a la población amenazando con ser quemados en la hoguera quienes no lleven sus hijas e hijos a los centros.

Una mínima empatía de quienes gobiernan permitiría hacerlos conscientes del inmenso error que están cometiendo. Porque el miedo tiene su fundamento, y ellos mismos lo han alentado. Porque como es notorio “la salud es lo primero”. Porque la Escolarización surgió como medida protectora de la infancia, para evitar los abusos que históricamente venía padeciendo la infancia obligada a trabajar, pero no se puede plantear una confrontación con el derecho a la salud porque está también, y en mayor grado, debe estar garantizada. Y sobre todo porque quien gobierna, está obligado a convencer a sus conciudadanos, nunca a vencerlos.

Dicho esto: aquellas familias que tengan, que sientan, un miedo invencible al contagio de sus hijos e hijas harán muy bien, humana y legalmente en abstenerse de enviarlos a las escuelas.  Una inasistencia generalizada el primer día del curso escolar al menos trasladaría un claro mensaje a los gobiernos de que ¡Así NO! Y menos bajo AMENAZAS.   Rafael Fenoy Rico  

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