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Fallece Perdigones quien fuera directivo y seguidor a ultranza del Arcos C.F.

Juan de Dios Perdigones Navas fue testigo de primera mano y partícipe de varias etapas como directivo y secretario técnico del Arcos y de la U.G. Arcense

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Perdigones siempre llevó a gala su amor por el club de su ciudad: el Arcos C.F.

Aquí aparece junto Gordillo, Curro Manzano y Alfonso Cortijo en la sala de prensa del club blanco en una de sus etapas como directivo.

En una foto oficial del Arcos C.F., con Gago de presidente y Maqui al frente del banquillo arcense.

Hoy se ha conocido el fallecimiento a los 71 años de edad de Juan de Dios Perdigones Navas, uno de los seguidores más destacados del Arcos C.F., club en el que llegó a jugar a finales de los años 60 y en el que llegó a ejercer numerosas funciones, tanto de directivo como de secretario técnico y ojeador durante muchos años de su vida, en especial, en la etapa de la directiva presidida por Francisco Gago, con Curro Manzano de vicepresidente y con técnicos como Alfonso Cortijo, Juan Manuel Jiménez ‘Maqui’ o José Luis De los Reyes Gordillo. También fue muy allegado a otra de las grandes figuras históricas del balompié arcense como fue el recordado Antonio Camacho Romero, con el que colaboró al frente del equipo juvenil de la antigua U.G.A. a comienzos de los años 70.

También protagonizó otra brillante etapa en la historia del fútbol local como directivo de la refundada Unión Guadalete Arcense, con Pablo Armario como presidente del club.

Su etapa como jugador fue breve y se desarrolló enteramente en el antiguo campo de fútbol de “La Vía”. Una de sus señas de identidad fue su fidelidad al equipo de la ciudad, influyendo con sus opiniones y sus conocimientos deportivos en todos aquellos que frecuentaban los círculos futbolísticos que giraban en torno al Arcos, una de las grandes pasiones de su vida, si no la que más.


Se le recordará como uno de los más fervorosos seguidores del club serrano, del que se sentía orgulloso de poseer el carné de socio número uno y al que seguía allá donde se desplazara sin importarle distancia alguna. Su cariño por el club más emblemático de la ciudad fue un ejemplo de fidelidad a unos colores y marcó toda una forma de entender el fútbol, que hoy se nos va con su pérdida. D.E.P.

 

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