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Emergencia climática: tenemos diez años para evitar la catástrofe

El científico Jesús Martínez Linares anima a sumarse a la Gran Alianza por el Planeta

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  • El Gran Teatro Falla durante una sesión del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz. -

Jesús Martínez Linares, científico experto en sostenibilidad y observador internacional de la ONU para las cumbres mundiales del clima, no para de reír y hacer reír durante sus conferencias. Pero la advertencia que deja caer en los primeros minutos de su intervención es muy serio: “Estamos a punto de alcanzar un punto de no retorno en el cambio climático en la próxima década”.

Este martes, en un encuentro organizado por la Fundación Cádiz CF, explicó las razones por las que es preciso “despertar” de manera urgente ante una catástrofe cuyas consecuencias estamos sufriendo ya en todo el planeta. El también presidente de la Fundación Sustena y premio Andalucía Medio Ambiente (PAMA 2019), recuerda que la ola de calor de 2013 dejó numerosas víctimas mortales en Europa, 35.000 solo en Francia. Pero, además, alertó de fenómenos meteorológicos extremos, con lluvias intensas y sequías severas, grandes incendios o la reducción de los casquetes polares. “El deshielo de Groenlandia elevaría el nivel del mar hasta 6 metros”, apunta. Los municipios de la Bahía de Cádiz quedarían sumergidos. El riesgo es real: Kiribati, en el Pacífico, será el primer país, con en torno a 100.000 habitantes, que desaparecerá bajo el mar. Además, se han detectado virus glaciares, congelados hasta horas desde hace miles de años, cuyas consecuencias en la salud humana podrían ser devastadoras.

Martínez Linares teme que, como el capitán del Titanic, seamos incapaces de atender a las llamadas del peligro si continuamos dependiendo de los combustibles fósiles. “Todo a nuestro alrededor es petróleo”, señala. En el caso del plástico, lamenta, acaba en ríos o en los océanos, creando auténticas islas de residuos. Al respecto, censura el “usar y tirar” y señala que solo EEUU, al ritmo de crecimiento actual, precisaría de los recursos de cinco planetas para satisfacer las necesidades creadas.

Por ello, apela al desarrollo sostenible. Para ello, plantea reducir la huella ecológica sin renunciar al bienestar “desmaterializando la economía”. “No necesitamos una linterna o un despertador porque lo tenemos en el propio móvil”, sostiene. Asimismo, plantea la descarbonización y el impulso de la economía circular.

“Es posible”, afirma, y pone de ejemplo el modelo sueco, donde prima la participación ciudadana. En este sentido, indica que solo hace falta el 1,5% de la población mundial militando en la causa para conseguir la revolución verde que, en su opinión, debe liderar Europa.

Todo, “desde la alegría” del compromiso, agrega. Por ello, ha creado la Gran Alianza por el Planeta, cuyo fin, parafraseando a Obama, haga ver que “somos el cambio que buscamos”.

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