La borrasca Bernard puso a prueba la capacidad del Ayuntamiento para afrontar una jornada caótica que mantuvo en vilo a los gaditanos durante la tarde y buena parte de la noche. El alcalde de Cádiz, Bruno García, decidió este lunes convocar a los medios de comunicación con urgencia para detallar la gestión municipal durante unas horas de máxima tensión que por fortuna no han provocado daños personales. No en vano, las autoridades locales pidieron a los vecinos que evitaran salir a la calle porque sus domicilios eran los lugares más seguros.
La lista de daños materiales, sin embargo, es larga. El coordinador del Área de Medio Ambiente, José Carlos Teruel, presente en la rueda de prensa con el primer edil y los concejales de Seguridad Ciudadana, Juancho Ortiz, y Parques y Jardines, Loli Pavón, reconoció en su cuenta personal de X (antes Twitter), que “serán días duros” lo que vivirá la ciudad para sobreponerse de la tormenta.
En total, la Policía Local registró 119 incidencias que han provocado daños en 22 vehículos. Las rachas de viento, de entre 65 y 95 kilómetros por hora, e incluso de más de 100 puntualmente, hicieron estragos en el arbolado, que concentran el grueso de las intervenciones. Además, los parques se han mantenido cerrados a lo largo de esta jornada por prevención, mientras que los ejemplares de estos espacios y el resto de la localidad están siendo analizados exhaustivamente por el riesgo de que se produzcan nuevos desprendimientos.
Asimismo, se produjeron cortes de tráfico en el Campo del Sur entre las 18.00 y las 20.00 horas; en la autovía sentido San Fernando por la retirada de una farola que amenazaba con caer; en el Paseo Marítimo (a la altura de la calle Brasil), donde una cristalera del Hotel Bahía estaba dañada; y las avenidas Cayetano del Toro y Marconi con c/ Pintor por el levantamiento del techo de una azotea con peligro de caída a la vida pública.
Finalmente, el desprendimiento de una chapa metálica impide el acceso a la planta de transferencia en Zona Franca, de manera que los residuos son trasladados temporalmente a Miramundo.
Para hacer frente a todo este desafío, el turno de noche de la Policía Local adelantó cuatro horas su entrada, estando en la calle un total de 23 policías más 13 personas de Protección Civil.
Seis cuadrillas de trabajadores formadas por cuatro oficiales jardineros, cuatro jardineros y once auxiliares, junto con todos los medios materiales necesarios, incluida una cesta elevadora, estaban en la calle realizando los trabajos de recogida de ramas y árboles caídos como consecuencia del viento.
Y, durante la noche, se encargaron de retirar la arena depositada en el Paseo Marítimo, entre la Glorieta Ana Orantes y la calle Doctor Felmming, tres conductores al frente de una pala cargadora, un camión para cargar la arena y otro en una cuba de baldeo, más ocho peones; y durante la mañana, hasta la conclusión de la faena, han participado cuatro conductores, en una pala cargadora, una baldeadora y otras dos máquinas barredoras) y ocho peones más.
El alcalde se mostró agradecido tanto por la coordinación como por los esfuerzos “de muchísimas personas” pertenecientes a Policía Local, Protección Civil, y por el personal de Parques y Jardines, Limpieza y Playas, en colaboración con Bomberos.