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Si se ha subido de talla, casi la mitad piensa en seguir dieta

A más de la mitad de los encuestados les afecta psicológicamente no poder comprarse la talla de ropa que creían que utilizaban y la mayoría se plantean hacer dieta, aumentando el riesgo de sufrir un trastorno de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia nerviosas.

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A más de la mitad de los encuestados les afecta psicológicamente no poder comprarse la talla de ropa que creían que utilizaban y la mayoría se plantean hacer dieta, aumentando el riesgo de sufrir un trastorno de la conducta alimentaria como la anorexia y la bulimia nerviosas.

Son datos del barómetro presentado ayer, sobre el grado de unificación de tallas de ropa y el impacto en la salud de las personas, por la Federación Española de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la anorexia y la bulimia (Feacab) y la Fundación Imagen y Autoestima, que han lamentado el “incumplimiento” del acuerdo suscrito en este sentido por la empresas del sector de la moda.

El análisis realizado con encuestas a 560 personas que salían de tiendas de ropa, con un promedio de edad de 30 años, señala que el 87% asegura que su talla cambia según el modelo de ropa que se prueba, incluso en la misma tienda, y que cuatro de cada diez personas no encuentran su talla.

A más de las mitad les afecta psicológicamente no poderse comprar la talla que creían que usaban y reconocen sentirse culpables, molestos y preocupados por esa circunstancia.

El 44% de estos consumidores afirman que se han planteado hacer dieta después de comprobar que no usaban la talla que creían, de ellos, el 81% son mujeres.

“Hemos tenido mucha paciencia, si se firmó un acuerdo entre Sanidad y las empresas textiles es para que se cumpla”, ha asegurado la presidenta de Feacab, Carmen Galindo, quien ha advertido de que se está jugando “con la salud de muchas personas”, porque el hecho de no encontrar una talla adecuada es un factor de inicio de un trastorno alimenticio.

La directora del estudio, Cristina Carretero, ha recordado que estos trastornos afectan al 5% de las chicas, convirtiéndose en la tercera enfermedad crónica entre la población femenina adolescente, aunque “se aprecia la tendencia de que cada vez hay más casos de hombres, por cada nueve chicas afectadas, hay un joven”.

Las empresas textiles pidieron hace unos meses al Ministerio de Sanidad una forma más sencilla para aplicar el proceso de unificación de las tallas y cuando se concrete, dispondrán de cinco años para la aplicación del acuerdo, según han explicado fuentes del Ministerio de Sanidad.

El ministerio les pidió que propusieran el sistema más adecuado y hasta el momento sólo ha respondido una de las empresas, por lo va a va a requerir al resto a que lo hagan en un plazo breve, han añadido las fuentes.

Los principales empresarios y creadores de moda en España, como Inditex, Mango, Cortefiel o El Corte Inglés, firmaron en enero de 2007 un acuerdo con el ministerio de Sanidad para promover cánones de belleza saludables y homogeneizar las tallas de la ropa.

Entre los compromisos, se encuentran que la talla 46 o equivalente no se considere una talla especial y en que la talla de los maniquíes sea por lo menos una 38.

Desde la Confederación Española de Consumidores y Usuarios, María Rodríguez ha animado a denunciar las situaciones descritas en el informe.

“En estos momentos, estas circunstancias no son objeto de denuncia, no se da el paso, se queda en una reclamación; insisto en animar a todos los afectados a que ejerzan su derecho como consumidores”.

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