El pasado 8 de febrero, el comité de empresa de Navantia Puerto Real celebraba, por medio de una nota de prensa remitida a los medios de comunicació, el reciente anuncio de la adjudicación a Ferrol de un buque de aprovisionamiento en combate para la Armada española. Pero también lamentaba que “no vemos ese mismo interés hacia nuestro centro” por parte del Gobierno de España y expresaba la preocupación “sobre la falta de claridad en el futuro de l construcción naval civil y un producto militar propio de Puerto Real”.
Los representantes de los trabajadores se preguntaban, asimismo, si habría que esperar a unas elecciones autonómicas, como las que se celebran este domingo en Galicia, para que el Ejecutivo se comprometa con la Bahía de Cádiz.
Lo cierto es que el PP también ha apostado firmemente por Ferrol. Esta misma semana, los populares defendieron en el Senado una moción en la que reclamaban la construcción de dicho buque de la Armada, pero también la construcción de un dique cubierto para completar la transformación del astillero gallego de acuerdo al proyecto de modernización de las instalaciones.
La iniciativa de los populares escuece en estas latitudes. En Puerto Real levantan la mano para que el Gobierno acometa la inversión necesaria para la puesta en valor de unos talleres de bloques curvos y bloques planos inteligentes para la construcción naval y un muelle offshore específico en la zona norte para eólica marina.
En Cádiz, advierten de que las instalaciones se quedan pequeñas. El presidente del comité de empresa de la factoría de Navantia en la capital gaditana, José Antonio Bolaños, indica que hay carga de trabajo comprometida al menos durante los dos próximos años, pero “no damos para más” con las limitaciones de espacio de la planta en la actualidad.
Por ello, demanda un nuevo dique, o un dique flotante, que permitiría doblar la capacidad, de modo que a los doce cruceros en reparación que se cuentan de media anualmente, se podrían sumar otros tantos.
“En los diques 1 y 2 se encuentran embarcaciones de menor tamaño, ferrys, fragatas de la Armada y algunos cargueros”, explica. “El dique cuatro, que tiene más de 360 metros, está dedicado a los cruceros y siempre está lleno”, agrega, gracias a la labor de los más de 1.200 operarios, un millar pertenecientes a la industria auxiliar, que cumplen con los plazos y las exigencias de los armadores.
Cádiz se ha convertido en referente en el sector y no tiene competencia en ningún otro astillero de Navantia. Por ello, Bolaños adelanta que el comité de empresa buscará el apoyo de la dirección del centro, así como del alcalde, Bruno García, y el resto de alcaldes de la Bahía, para reivindicar ante el Gobierno de España la ampliación de las instalaciones.