Una empresa que oferta a mujeres jóvenes para limpiar casas en ropa interior ha levantado una polémica en Francia.
Una empresa que oferta a mujeres jóvenes para limpiar casas en ropa interior ha levantado una polémica en Francia que ha llevado a varios políticos a pedir el cierre de la página web donde se ofrecen esos servicios eróticos.
La empresa Sensual Clean Service pone a disposición del cliente un abanico de mujeres con cuerpos esculturales para una limpieza del hogar “irreprochable” y equipadas con un plumero “y toda su sensualidad”, a un precio que oscila entre 95 y 150 euros por hora.
Los servicios incluyen la limpieza del polvo, pasar la aspiradora, fregar el suelo o hacer la cama, todos ellos con una vestimenta ligera pensada para “hacer realidad las fantasías” de los clientes, explica la empresa en su pagina web.
La iniciativa no ha tardado en levantar las voces de varios alcaldes franceses y asociaciones feministas, que han denunciado el “insulto a la imagen de la mujer” que supone, y han pedido a las autoridades públicas que intervengan para prohibirla por su contenido “degradante”.
La portavoz de la organización Osez le féminisme, Caroline De Haas, explicó ayer a Efe que la página “simboliza el gran problema de la sociedad sobre la sexualidad y el cuerpo”.
De Haas lamentó que la empresa ponga el cuerpo de jóvenes chicas “a disposición de los hombres para satisfacer su libido”, y criticó la diferenciación de la sexualidad por parte de la sociedad que hace que las mujeres “nunca son sujeto, sino objeto” de deseo.
La alcaldesa del municipio del sureste de Francia Vénissieux, Michèle Picard, denunció la “instrumentalización de mujeres-objeto” y llegó a solicitar por carta al procurador de Lyon que “aclare el asunto” para determinar la legalidad de la actividad.
Por su parte, el impulsor de la iniciativa, Johann Blazy, recordó que “ya existen muchas empresas que proponen strip-tease a domicilio, para los cumpleaños, sin que nadie se escandalice”.
“No se trata de prostitución ni de chicas de compañía. El contrato establece que los clientes no tienen derecho ni a tocar ni a filmar a las trabajadoras”.
También expresó su opinión una de las trabajadoras de Sensual Clean Service, una estudiante de 21 años con el seudónimo de Eva, que se mostró “sorprendida” por las personas que “dan lecciones de moral”.
Eva acudió a la oferta laboral “para ganar un poco más de dinero”, y aseveró que nadie la fuerza a hacer ese trabajo.