Se trata de Ian Hellyer, de 45 años, que será ordenado oficialmente después de la Pascua.
Hellyer estaba al frente de cuatro pequeñas parroquias en la localidad inglesa de Dartmoor, aunque la mayoría de sus feligreses ha decidido no seguir sus pasos.
De los mil anglicanos que se han pasado a la Iglesia católica romana por estar en desacuerdo con la ordenación de mujeres, 61 son clérigos.
Seis ex obispos anglicanos han sido ya ordenados sacerdotes católicos, acogiéndose al ordenariato especial creado para ellos por el Vaticano.
El tamaño de la familia de Hellyer puede constituir un récord en el clero católico ya que el celibato es la norma de la Iglesia católica romana.
En el caso de Hellyer, la transición puede ser muy sencilla ya que su esposa profesaba ya la fe católica, sus hijos se han formado en esa fe y los cónyuges acudía siempre a los servicios religiosos del otro.