Mateo Sánchez: \"Todos los ciudadanos deberían tener garantizada la alimentación\"

Publicado: 18/01/2014
El Banco de Alimentos de Cádiz es una organización sin ánimo de lucro basado en el voluntariado, y cuyo objetivo principal es la consecución y aprovechamiento de los alimentos excedentarios. Hoy hablamos con su presidente, Mateo Sánchez
—¿Está satisfecho con aquella decisión? ¿Cómo ha sido su vida en Cádiz desde aquella época? 

—Por supuesto, creo que acerté en el aspecto a comprarme un piso. Sobre todo en aquellos años y en el Banco Hispanoamericano los directores siempre vivíamos arriba de la sucursal para estar disponibles las 24 horas del día. No eran ocho de trabajo, según la dirección general teníamos que trabajar 24 horas, teníamos piso y teléfono con el fin de que a cualquier hora estuviéramos disponibles para servir al banco. Ahora la cosa ha cambiado y es más flexible, no sé si ahora los directores viven más tranquilos aunque lo dudo mucho. 

—¿Cómo ha sido su vida en Cádiz desde aquella época?

—Pues por eso digo que creo que acerté porque yo me jubilé estando en Sevilla tras pasar por muchas sucursales como ya se ha comentado. Entonces mi jubilación coincidió con la Exposición Universal 92, y comprar un piso en Sevilla en aquella época era una barbaridad, pero como yo ya tenía un piso adquirido aquí en Cádiz pues lo tenía fácil, puesto que me lo compré con esa intención, para que el día que me tuviese que jubilar y ya no depender del piso del banco, tener uno. Además, siempre me ha gustado vivir cerca del mar porque tengo cierta afinidad con él. Así que lo arreglamos y aquí me vine, algo de lo que nunca me he arrepentido, aunque he pasado de un banco comercial a un banco de alimentos, que es completamente distinto, con preocupaciones totalmente distintas. El Banco de Alimentos de Cádiz no me preocupa, me ocupa, que es lo que hay que hacer, evitar preocupaciones y tener ocupaciones..

—¿Desde cuándo ejerce como presidente del Banco de Alimentos de Cádiz?

—El Banco de Alimentos de Cádiz se inauguraba en esta misma nave a principios de agosto del año 2.000.

—¿Cómo y por qué se creó hace ya 14 años en Banco de Alimentos?

—Pues fue cuando me jubilé tenía ciertas amistades en Madrid relacionadas con distintas ONG. Ellos me invitaron a pasar unos días para primero hablar del tema, y luego para saber si podía hacerme cargo de una idea que tenían. En Madrid me enseñaron las instalaciones, sus oficinas y todo lo que hacían, invitándome a que creara un Banco de Alimentos en Cádiz, ya que por aquellas fechas los bancos de alimentos que existían en España eran muy pocos, eran unos 16. Actualmente existen 56 bancos. Prácticamente tenemos bancos de alimentos en toda España. Fue entonces cuando me hice cargo del proyecto sobre todo porque el objetivo, el fin era eminentemente social.  

—¿Cuáles son los objetivos y los fines por los que fueron creados estos bancos de alimentos?

—Nuestros objetivos son muy simples. El único objetivo es recoger toda clase de alimentos no comercializables porque tienen algún defecto en el embalaje y cosas así, para ponerlos a disposición y distribuirlos entre las personas más necesitadas. Este es el principal objetivo. Somos como una especie de intermediarios. Tener como ahora el banco lleno de alimentos gracias a la campaña Gran Recogida, aunque es una buena señal porque significa que tenemos alimentos para repartir, pero lo que queremos es que cuanto antes salgan hacia las distintas asociaciones colaboradoras para que a través de ellas lleguen hasta las familias más necesitadas.

—¿Cómo logran financiarse y de dónde obtienen los alimentos?

—Prácticamente tenemos convenios con todas las firmas comerciales de España y a parte de pertenecer a una federación española de Banco de Alimentos. Esas marcas comerciales se comprometen a mandarnos todos los excedentes de los alimentos que producen con todas las garantías posibles. Actualmente en ningún banco de alimentos de España entran alimentos caducados o en malas condiciones o que no sean comestibles. Al margen de estos alimentos, están las campañas como las operaciones Kilo, donde junto a la colaboración de supermercados y grandes superficies pedimos a los clientes que nos cedan, nos donen un kilo o más de alimentos para su posterior reparto a través de las asociaciones que previamente están suscritas en nuestros registros. 

—¿Qué relación mantienen con las distintas administraciones públicas?

—Mantenemos unas relaciones óptimas, muy íntimas porque además nos hace falta porque aunque seamos una ONGs, la ayuda no nos llega del aire. Es como si estuviéramos una empresa más, pues tenemos gastos de mantenimiento, alquileres, luz, agua, vehículos, etc. Ahora por ejemplo tenemos un problema porque necesitamos un vehículo y estamos buscando fórmulas para que sea posible. Actualmente tenemos dos, uno que se compró con una subvención del Ayuntamiento de Cádiz y de la Diputación, pero tiene ya 13 años y prácticamente ya ha cumplido con su obligación. Ahora queremos suplirlo con un vehículo en mejores condiciones.

—¿Con qué medios humanos y materiales cuentan para realizar su magnífica labor?

—Tenemos socios directamente, aunque sean pocos y no dan para cubrir los gastos de mantenimiento. Normalmente recibimos una subvención a manos del Ayuntamiento de Cádiz para el mantenimiento y también por parte de la Diputación de Cádiz accedieron a darnos otra subvención para cubrir parte de los gastos de funcionamiento.

—¿Está bien coordinado y controlado ese reparto para que no se den abusos y para que lleguen a los más necesitados?

—Este es un problema del que siempre estamos pendientes. En los últimos años estamos incidiendo en ello, por ejemplo días atrás firmamos un acuerdo con un Ayuntamiento y con varias asociaciones para que los usuarios de una determinada asociación no fueran a otras y se aprovechen de esta ayuda. Aquí en el Banco de Alimentos de Cádiz precisamente desde que comenzamos me di cuenta de que podía darse este tipo de situaciones y para ello creamos un servicio, no de inspección, pero de control a todas las asociaciones a las que damos de alta. Así, cuando damos de alta a una asociación mandamos a una persona para que compruebe que sus locales están en perfectas condiciones y que a la hora del reparto llegue a los beneficiarios que cumplan con las condiciones para ello.

—¿A cuántas familias atiende en Cádiz y su provincia?

—El Banco de Alimentos de Cádiz atiende a unas 48.000 personas en toda la provincia de Cádiz. Llegamos a todos los pueblos de Cádiz y tenemos que atenderlos dentro de nuestras posibilidades. Es una cifra que no deja de aumentar en los últimos años. Además, hay que tener en cuanta que hablamos de la provincia con excepción del Campo de Gibraltar que cuenta con sede propia.

—Actualmente se calcula que cerca de 23% de la población de la provincia de Cádiz viven en situación de pobreza extrema (menos de 8 euros al día) en Cádiz. Desde el año 2010, el número de personas que piden ayuda al Banco de Alimentos se ha duplicado. ¿Cómo ha sido la evolución de su labor desde que comenzara la crisis económica?

—Se ha incrementado enormemente. Lo hemos notado también cada vez que le pedimos a las asociaciones e instituciones que renueven sus datos, el incremento en algunos sitios ha sido del cien por cien. Cada vez que suena el teléfono es por parte de alguna asociación que nos dice que si anteriormente servía a cien personas, actualmente sirve a doscientas. Es decir, que tiene que recibir más alimentos.

—Cuando fundaron el Banco de Alimentos de Cádiz ¿pensaron en algún momento en que al cabo de unos pocos años España iba a vivir una situación tan trágica como la actual?

—Ni pensarlo si quiera. Hablamos del año 2.000. En los seis primeros meses de vida recuerdo que repartimos 34.000 kilos de alimentos, algo que nos parecía una odisea repartir 34.000 kilos de alimentos en seis meses. Hoy hablamos de 2 a 3 millones de kilos de alimentos al año. Nosotros recibimos también alimentos desde la Comunidad Europea desde hace unos seis años, aunque se haga de forma monetaria a través del Ministerio de Agricultura, que es quien se encarga de esta relación. Nos remiten en los últimos dos años prácticamente un millón de kilos de alimentos. Hay que tener en cuenta que Cádiz es una de las provincias que recibe más alimentos desde la Unión Europea porque siempre intento defender en las asambleas que es una de las provincias con mayor déficit en este aspecto, ahí están los datos del desempleo para comprobarlo. Creo que debemos exigir que seamos los que más recibamos y estos alimentos se destinan a las personas más necesitadas. Nuestro objetivo es que lleguen a ellos por todos los medios posibles. Nuestro sacrificio es enorme porque tenemos que buscar alimentos incluso debajo de las piedras porque alguna vez ya nos hemos visto sin prácticamente alimentos para repartir. Por eso hemos llegado a esas cifras increíbles de 3,5 millones de alimentos repartidos en un año.

—¿Qué sería de todas estas personas, de todos estos gaditanos sin el Banco de Alimentos?

—Pues habría que inventarlo. Lo que en realidad no debería existir ningún banco de alimentos, ni ninguna ONG dedicada a este tema, porque debería estar garantizada la alimentación para todos los ciudadanos a través de la acción directa de los gobiernas y las instituciones públicas. Pero actualmente si no existiesen los bancos de alimentos, sería un problema muy serio. Y repito que cuando lo fundamos en Cádiz en el año 2.000 nadie pensaba que se pudiera llegar a la situación económica actual que la sufren millones de españoles en apenas trece años. 

—Con la crisis se han visto abocadas a la miseria familias que jamás pensaban verse en tal situación… ¿Es duro ver situaciones como esta todos los días? 

—Es durísimo, muy duro en todos los sentidos. Hay que decir que los bancos de alimentos no reparten alimentos de forma individual a nadie. Eso no quiere decir que no atendamos a esas personas o las abandonemos. Procuramos por todos los medios ayudar a esas personas a través de las asociaciones que colaboran aunque nosotros no podamos darle el alimento de forma directa. Nosotros trasladamos la demanda a una asociación para que le dé alimentos y ya nosotros nos encargamos de compensar a la asociación en cuestión para que no afecte a sus medios disponibles.

—¿Qué hace usted para que no le afecte más de lo necesario tanto sufrimiento?

—Es muy difícil de explicar. Intento que no me preocupe y sí me ocupe como dije al comienzo de la entrevista. Cuando salgo del Banco de Alimentos, sea la hora que sea, mi cabeza le da vueltas a la necesidad de solucionar el problema de diez o doce asociaciones que necesitan más ayuda, más víveres, y así atender a sus beneficiarios. Esa preocupación aunque trate de hacerla ocupación, es una ardua tarea, es muy difícil. Es ocupación y es preocupación. Luego está el hecho de recibir llamadas a las 03.00 horas no para pedir alimentos, sino para donarlos porque ha habido un decomiso o porque un centro comercial se quiere desprender de ellos porque no les hacen falta. Nos piden que dónde pueden llevarlo o qué deben hacer con los alimentos, y es que nosotros nunca podemos decir que no a una donación de alimentos que estén en perfectas condiciones para ser consumidos. La dedicación es total en el Banco de Alimentos.

—¿Qué balance realiza de la última campaña denominada la Gran Recogida de Alimentos?… ¿Y de las campañas del pasado año?

—Cádiz es una provincia muy solidaria. El balance es muy positivo. Nunca podía esperar estos datos teniendo en cuenta la situación económica que vive la provincia. Esta campaña se realizó en 2.012 se llevó a cabo exclusivamente en Andalucía, pero tan buen resultado obtuvo que en 2.013 ha sido la Federación Española de Bancos de Alimentos la que se ha encargado de organizarla y se ha llevado a cabo en toda España. Los medios de comunicación han ayudado a promocionarla. En toda España se han recogido cerca de 15 millones de kilos de alimentos y la previsión eran 12 millones de kilos. Es una gran noticia y una gran solución. Los últimos datos, a falta de algunas donaciones, hablan de 180.000 kilos de alimentos, que prácticamente al final alcanzarán los 200.000 kilos. Desde el día seis de enero estamos realizando los módulos que se repartirán entre las asociaciones inscritas para que lleguen lo antes posible a los más necesitados. Como anécdota hemos recibido hasta dos jamones. Los productos han sido muy diversos, aceites, café, productos de droguería, alimentos infantiles, que son muy necesarios porque son relativamente caros, leche, galletas, arroz… La gente responde también porque ve que nuestra labor es necesaria. Ser galardonados con el premio Príncipe de Asturias nos ha ayudado a que la gente confíe en nuestro trabajo.

—¿Qué espera del presente año 2014?

—Vamos ser un poco optimistas y esperar que no haya problemas. En esta última Gran Recogida han colaborado más centros comerciales y supermercados, y queremos que siga así. Intentaremos hacer los sacrificios que sean necesarios para tener siempre alimentos, llevando a cabo nuestras operaciones kilos. En 2.013 repartimos diariamente entre diez y doce mil kilos de alimentos y este año trataremos de reforzar este aparcado. También quiero agradecer la labor de los voluntarios cuya dedicación es total. Agradecer también a todas las asociaciones que nos ayudan, incluso en las labores de recogida de alimentos.
 

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