Continúa coleando la polémica por los hechos que sufrió el Cádiz 1812 CF en su último partido liguero, disputado en el estadio Municipal Sánchez Portella de Torrecera (Jerez) frente a un equipo al que se había ganado 2-0 en la primera vuelta. El encuentro correspondía a la liga de Cuarta División Andaluza, en la que los capitalinos marchan sextos y los jerezanos terceros, aunque el triunfo local por 3-2 estuviera condicionado, según denuncia el Cádiz 1812 CF, por los graves hechos ocurridos durante el partido.
El malestar es patente en el club de la capital, cuyos integrantes recuerdan la "encerrona" con visible nerviosismo, pero no quieren dejar pasar el asunto por si de esta forma se evita que los hechos afecten a los futuros visitantes del CD Juventud de Torrecera. Según explica Francisco Sauco, delegado del Cádiz 1812 CF, desde el minuto uno recibieron no sólo insultos, sino amenazas desde las gradas: "No vais a salir de aquí".
Relata Sauco que el árbitro, de apenas veinte años y auxiliado por dos chavales de 18 años, fue presa del miedo ante la violencia verbal de los presentes. Según parece, el propio colegiado así lo confesó a los delegados de ambos equipos, a los que citó en el descanso para comunicarles que iba a llamar a la policía para solicitar un refuerzo en la seguridad de cara a una segunda parte que se esperaba aún más dura que la primera.
Casi una hora hubo que esperar a que llegaran tres refuerzos al campo mientras la expedición del Cádiz 1812 CF no salía de su vestuario por motivos de seguridad al no cesar los gritos de "os vamos a matar, vamos a saltar al campo como ganéis porque haber llamado a la policía es peor", según apunta Sauco, insistiendo en que incluso aporreaban la puerta de su vestuario para intimidar.
Lo más insólito de todo, aunque comprensible viendo la juventud del trío arbitral y el miedo que debía sentir, es que el colegiado supuestamente le comunicó al Cádiz 1812 CF que en la segunda parte sería "un poco casero". "Estamos muertos de miedo, si tomo decisiones barriendo un poco para los locales, por favor, no protestéis para que no tenga que expulsar a nadie, pero si ganáis... de aquí no salimos", con estas palabras recuerda Sauco la conversación con el árbitro, una víctima más de la situación.
Y, claro, el 1-2 favorable a los visitantes terminó convirtiéndose en el 3-2 definitivo. Un gol anulado y ayudas constantes al no cortar las violentas entradas locales decantaron un resultado manchado por los hechos que denuncia el Cádiz 1812 CF, que incluso habla de "petardos arrojados desde la grada a nuestros jugadores". Pese a la complicidad arbitral, los locales vieron diez amarillas y una roja, lo que da buena cuenta de sus entradas.
El asunto ya está en conocimiento de la Federación Gaditana de Fútbol y del Colegio de Árbitros, a quienes el Cádiz 1812 CF solicita "que el árbitro realice un anexo con lo que realmente ocurrió y no se recogió en el acta por el lógico miedo del joven trío arbitral, incluyendo las palabras que dijo a nuestro delegado en cuanto al miedo por su integridad y que iba a ser casero". Además, el club capitalino pide "que se repita el partido en campo neutral y la máxima sanción para el CD Juventud de Torrecera y sus instalacionesm ya que fuimos agredidos con lanzamientos de objetos".