La exalcaldesa de Cádiz y diputada del PP en el Congreso Teófila Martínez ha denunciado la existencia de "nuevas generaciones", en referencia a Podemos, que tienen como eje "la destrucción del adversario" y que han creado un nuevo poder inquisitorial en España.
En relación al fallecimiento ayer de su excompañera de partido Rita Barberá ha añadido: "Fue un día muy triste, pero la tristeza se mezcló con rabia y vergüenza porque se ha puesto en marcha un nuevo poder, el de los inquisidores, que tienen nombres y apellidos, e instrumentos para poder hacer socialmente un guiñapo a cualquier español al que quieran hundir".
En declaraciones a los periodistas tras una rueda de prensa en Cádiz, ha confesado: "Me da vergüenza y rabia que haya nuevas generaciones en las que el odio y el rencor sea parte de ellos, y me estoy refiriendo al nuevo partido y sus militantes, muchos de ellos de Podemos, que tienen como mayor eje de su programa e ideología la destrucción del adversario".
"Hay que tener falta de entrañas; hay que ser amoral para llegar a esta situación en la que las instituciones de nuestro país no veamos que nos hemos cargado la presunción de inocencia", ha asegurado antes de preguntarse "dónde están los pensadores o los que analizan los comportamientos de la sociedad".
"Rita fue una gran mujer, una gran política", ha defendido Martínez, quien durante algunos años disputó con ella la consideración de alcaldesa más votada de España, y ha recordado el relato de un amigo sobre cómo la exalcaldesa de Valencia medió para conseguir que cadenas de alimentación suministraran alimentos a una organización encargada de repartirlos entre los más necesitados.
"La prueba de cómo está el país es que donde hace dos días había cámaras y personas haciéndole la vida imposible a Rita debajo de su casa, ahora hay flores", ha lamentado.
Martínez ha recordado que Rita Barberá "era una mujer con 68 años, sin cargas familiares y cuyo delito parece haber sido haber dado a su partido 1.000 euros" y ha cuestionado que "algunos que la critican y que le han dicho cosas horribles tienen pisos de protección oficial, que han vendido y han ganado dinero, mientras ella vivía de alquiler".
La exalcaldesa de Cádiz ha lamentado que "el nuevo poder de los inquisidores" influya "impunemente" en la opinión pública, "porque nadie puede ir contra ellos", y advierte de que ahora mismo "con sólo una denuncia consiguen que te insulten por la calle o te anulen socialmente", de ahí que pida "una reflexión ante demasiada hipocresía".