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Ayuda a borrar escalones en la vida de Adrián

Tiene distrofia muscular, 9 años, y vive en una casa sin ascensor. Sus padres hacen un llamamiento para permutar la vivienda y darle mejores condiciones de vida

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Se llama Adrián, tiene 9 años, y padece una enfermedad que se llama disfrofia muscular de Duchenne. Vive con sus padres, su hermana y su abuela en una casa  de la calle Torre de Cádiz. Adrián necesita de la fortaleza de sus padres para poder salir y entrar de casa. Le separan de la vía pública dos plantas, con sus pesados escalones. Vive en una finca que no tiene ascensor, pero que se encuentra en buenas condiciones de habitabilidad y de grandes dimensiones.

Su padre, Luis Manuel Romero, trabaja en un pequeño comercio de la calle Doctor Marañón y es el que sube y baja diariamente la silla de ruedas del pequeño porque su madre no puede con ella. Por la calidad de vida del pequeño llevan años esperando una vivienda que se adapte a las necesidades de Adrián, así como de la propia abuela que también tiene movilidad reducida. Están viviendo allí desde el pasado mes de enero y ahora lo que buscan es una casa que les haga la vida un poco más fácil, que esté en un bajo o tenga ascensor para facilitar a los padres el movimiento del pequeño y de la abuela.

“Nos enfrentamos todos los días con la barrera de la escalera. A mi mujer le cuesta mucho bajarlo por el peso de la silla con el niño”, afirma Luis. En Procasa le dicen que “no hay pisos, aunque estamos apuntados desde 2009 cambiando constantemente de puestos”. A través de una clienta se planteó la opción de ponerlo en el facebook para hacer un llamamiento porque “no quiero que me regalen la casa. Yo trabajo y pago el alquiler, pero es que llevo ocho años esperando”. “Si tengo una puntuación alta y estoy para coger piso, por qué no hay piso” se cuestiona este padre.

En estos momentos se siente “desbordado, aunque ya ha tenido tres o cuatro propuestas y la repercusión que ha tenido”. Ahora habrá que ver si las opciones que se ofrecen pueden concluir en la permuta de las viviendas y darle a Adrián y su abuela unas mejores condiciones de vida.

La respuesta de Procasa
Desde Procasa conocen el tema y “están intentando la permuta con una vivienda adaptada o al menos sin barreras arquitectónicas. No obstante hay pocas viviendas públicas que cumplan estas condiciones”, afirman fuentes municipales consultadas por este medio. Al ser varios de familia y dos personas con movilidad reducida “no puede ser un piso pequeño, debe ser de cuatro dormitorios o de tres para el tránsito de las sillas de ruedas”. Procasa estudia las permutas entre los inquilinos de vivienda pública y contempla también cambiar la que tienen si sale alguna nueva adjudicación que cumpla las condiciones, pero por el momento no hay nada que cumpla con esos condicionantes.

A los inquilinos "se les dice siempre que si ellos conocen de alguien del parque municipal que quiera permutar, que lo pongan en conocimiento", lo que no quiere decir que Procasa no siga haciendo su trabajo.

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