Miguel a los diez años escuchaba rap y jugaba al baloncesto. Le llamaban mucho la atención las bandas sonoras de aquellos partidos de la NBA que conseguía ver gracias a la antena parabólica de algún familiar. Él y sus amigos grababan los videoclips en esos años 90, cuando todavía el mundo digital no exprimía los contenidos hasta la saciedad. No, Miguel González Ríos no nació en Brooklyn, sino en la localidad gaditana de Ubrique. Y su afición por el hip hop, el rap y el slam le han llevado a conseguir un sobresaliente ‘cum laude’ en la Universidad de Cádiz con su tesis doctoral ‘Poesía oral y cultura urbana en la Francia contemporánea (1995-2015)’.
“En la tesis se analiza la parte textual del rap, no como música sino su contenido lírico”, cuenta. Este trabajo le ha llevado unos cinco años entre la parte de investigación y su redacción, aunque reconoce que al ser algo que sigue desde niño “no ha sido un trabajo como tal de veinte años, pero sí que ha sido un bagaje de documentación y conocimiento que supera la década. He dedicado casi toda mi vida a interesarme por esta expresión”. Se trata de la primera tesis sobre esta materia presentada en la UCA y la cuarta en toda España. Hasta el momento la única que logra esta calificación.
“Yo no daba crédito”, asegura González al preguntarle por la nota obtenida. “Iba muy nervioso a presentarla, pero después me sorprendió muchísimo porque el tribunal conocía el tema e incluso algunos de los autores sobre los que hablaba, y además les gustó el tema, les pareció arriesgado y novedoso”.
Y es que normalmente las tesis presentadas en el departamento de Filología Francesa solían versar sobre literatura o lengua, de ahí lo novedoso de este trabajo. Lo que más llama la atención, a juicio de Miguel, es que “se trate la parte textual de la música, porque es algo que no concebimos como literatura hoy en día. Cuando le dieron a Bob Dylan el Nobel de Literatura muchos se escandalizaron, pero es que la parte textual de la música es literatura”.
Para elaborar su tesis afirma que ha tenido que recurrir a recursos “que no son habituales”. En esta materia la bibliografía es muy limitada, por lo que ha tenido que analizar muchos documentales y discos, además de una estancia de investigación en París y la colaboración con instituciones públicas que operan con este tipo de expresiones. “Me he tenido que adentrar en el movimiento”.
Tras el éxito de su estudio se muestra interesado en comenzar un nuevo proyecto y con la intención de presentar comunicaciones en congresos internacionales, así como formar parte del grupo de investigación European Popular Musics Research Group.
Ahora es doctor en Lenguas Modernas, Arte y Humanidades, y ejerce como docente interino en un instituto de Ronda. Pero durante su vida siempre hubo espacio para la lírica y la música ya que durante un tiempo se dedicó de forma “amateur o semiprofesional” al rap. Esta faceta la desarrolla bajo el nombre de
Phaboo Caulfield (
@phaboocaulfield es su perfil de Instagram) y en
Youtube pueden verse algunos de sus temas. Los matices polifacéticos de un doctor con alma de rapero.