En la última jugada, sufriendo como es la historia cadista, pero se sumaron tres nuevos puntos que mantienen a los amarillos en lo más alto de la tabla clasificatoria.
El empate parecía inamovible, pero apareció el incombustible, el que nunca se cansa, el que se entrega a tope cada minuto... Garrido, para convertirse en goleador inesperado de un partido que se volvió a teñir de amarillo para culminar una segunda parte con más grises que otra cosa.
Apostaba Cervera por un equipo titular muy parecido a los que ya había utilizado en las primeras jornadas. Esta vez eran Cala y Fali los jefes en el centro de la defensa, siendo descartado Marcos Mauro de la lista inicial. En los laterales, Iza y Espino, los únicos disponibles.
De nuevo Bodiger y Garrido formaban pareja en el mediocentro, repitiendo también Salvi y Perea como alas, Álex Fernández de enganche y Caye Quintana en punta. En el banquillo esperaba su oportunidad Iván Alejo, recién llegado que será presentado este mismo lunes. A punto estuvo de llegar el primer tanto cadista en una doble oportunidad. Corría el minuto 13 cuando Álex Díez salvaba un gol cantado al desviar sobre la línea un balón que entraba ya con Casto rebasado. En esa misma jugada, Pardo evitó el remate de Caye a un metro de la portería.
El Cádiz, aunque con fortuna, había empezado a mostrar su potencial ofensivo. Sin embargo, le costaba mantener la pelota a los amarillos. Bodiger ya tenía una amarilla por falta a Kike Márquez y no se veía suelta a la sala de máquinas cadista. Había que afinar ahí para no pasar apuros en algún contragolpe extremeño.
Una falta botada por Kike Márquez era el balance ofensivo visitante en los primeros veinte minutos, habiendo salido Cifuentes victorioso. Perea, que continúa aprovechando los minutos que posiblemente no esperase antes de comenzar la liga, volvió loco a su par para terminar sacándose de la manga un duro disparo que se perdió arriba por muy poquito.
Sin ocasiones tan claras como la primera doble, los amarillos intentaban poner cerco a la portería de Casto. A la media hora llegó el premio. Iza levantó la cabeza desde sus dominios, se cambió la bola de pierna y con la izquierda centró al corazón del área visitante. Allí, desmarcado por completo apareció Álex Fernández, cuyo remate de cabeza batió a Casto, vendido por su defensa. Lo más difícil ya estaba hecho, ahora tocaba asegurar el marcador jugando con más espacios, como le gusta al equipo de Cervera. Caye Quintana demostró su valía al borde del descanso. Cuando marque, se saldrá, madera de delantero tiene y el Cádiz disfruta ya de su calidad.
Aguantó el balón girando ante su marcador, se fue como quiso y lo envió en profundidad a Salvi, que no controló bien y facilitó el despeje del defensa en lugar de marcharse solo hacia la portería. Fue prácticamente la última jugada de una primera parte entretenida, aunque corta en el marcador. La segunda mitad arrancó con José Mari en el campo ocupando el sitio de Bodiger, retirado quizás por su tarjeta amarilla. Además, el roteño permitiría mantener más el control del balón. Sin embargo, quien tuvo premio esta vez fue el Extremadura. Kike Márquez botó una falta al corazón del área y allí apareció Zarfino para escaparse de la marca de Caye con facilidad y rematar de cabeza al primer palo. Era el gol del empate y un jarro de agua fría para los amarillos.
Despistadísimo, el equipo local sufría ante el extremeño. José Mari había entrado para mejorar la posesión de balón, pero el Cádiz lo tenía menos que nunca en su poder. Viendo el panorama, Cervera realizó dos cambios a la vez en el minuto 61. Caye y Perea dejaban sus sitios a Nano Mesa e Iván Alejo, que darían aire fresco a la punta del ataque y a la banda derecha, ya que Alejo “desplazó” de banda a Salvi. El Extremadura daba por bueno el punto y aún faltaba casi media hora cuando el árbitro avisaba a Casto de que no le iba a permitir más pérdidas de tiempo al sacar.
El reloj era amigo de los visitantes y enemigo de un Cádiz que se esforzaba por marcar el segundo, pero tampoco podía descuidarse y regalar contragolpes. El Cádiz se había ido del partido. No conseguía llevar a la portería de Casto y las imprecisiones reinaban en la mayoría de jugadas. Enfrente, el Extremadura veía cada vez más cerca sumar un punto y sus jugadores arañaban segundos “ayudados” por calambres y molestias. Una jugada entre Nano Mesa y Salvi terminó con el balón en las manos de Casto, pero sin demasiados problemas para el guardameta, que lo volvía a poner en juego para afrontar los cinco minutos finales del encuentro.
La mejor opción amarilla iba a llegar ya en el tiempo extra. Primero Casto ganó un mano a mano a Álex Fernández y en el rechace Nano Mesa disparó duro a portería, pero apareció la pierna de un defensor para destruir la ilusión cadista. Tuvo que ser en la última jugada, superados ya los tres minutos de prolongación, cuando Garrido en una jugada embarullada tras un corner se lanzó con todo a por el balón y lo introdujo en la portería.
Era el 2-1 y estallaba el estadio Carranza, no era para menos. El Cádiz, líder de la categoría, sufrió pero venció.
- Ficha técnica -
2- Cádiz: Cifuentes; Carcelén, Cala, Fali, Espino; Garrido, Bodiger (José Mari, m.46), Álex Fernández, Salvi, Perea (Alejo, m.62); y Quintana (Nano Mesa, m.62).
1- Extremadura: Casto, Álex Díez, Pardo, Granero, Bastos; Zarfino, Lomotey, Sergio Gil (Pastrana, m.67), Nono (Mújica, m.72), Márquez; y López.
Goles: 1-0, M. 32: Álex Fernández. 1-1, M. 54: Zarfino. 2-1, M. 93: Garrido.
Árbitro: Gorostegui Fernández (Comité vasco). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Bodiger, José Mari y Fali y a los visitantes Álex Díez y Zarfino.
Incidencias: Partido de la tercera jornada de Segunda División A, disputado en el estadio Ramón de Carranza. Se guardó un minuto de silencio en memoria de la hija del exseleccionador nacional Luis Enrique Martínez.