La fiesta por el ascenso del Algeciras se vivió más allá del estadio Nuevo Mirador. El equipo, tras celebrarlo en el estadio, se desplazó después en autobús hasta la fuente del Milenio, lugar habitual de las celebraciones. Luego, a los pubs del centro de la ciudad.

El autobús, sin cubierta, llevó a los futbolistas hasta la fuente del Milenio, que desde muy poco después del partido comenzó a recibir visitantes dispuestos a coger un buen sitio para recibir a la plantilla. A medida que se acercaba el bus la locura se desató.

Tras los festejos en el lugar de celebración de los éxitos albirrojos, el equipo se trasladó a un local del centro para cenar y después, a los pubs de la ciudad. La fiesta, con los aficionados, se prolongó hasta la madrugada.