La concejal de Algeciras Sí Se Puede (ASSP) María José Jiménez, a la que pretenden expulsar del grupo municipal los otros dos concejales de la formación, se ha defendido hoy de las acusaciones planteadas por sus compañeros alegando que “todo es mentira” y ha anunciado acciones para frenar su expulsión.
De hecho, Jiménez ha indicado que se está planteando una querella por “poner en duda mi honorabilidad”. Además, va a plantear un recurso de reposición ante el secretario del Ayuntamiento para evitar su salida del grupo municipal. En caso de no prosperar éste último, anuncia que recurrirá al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo.
La edil ha acusado a los otros dos integrantes del grupo municipal de ASSP de no conocer el Reglamento Orgánico Municipal y les acusa de haber estallado debido a que presentó en Sevilla la iniciativa 'Andalucía de plaza en plaza', un movimiento dentro de Podemos “enfrentado a Izquierda Anticapitalista, que es al que pertenecen y del que Alejandro Gallardo (uno de los concejales) es representante en Algeciras”.
Además, ante notario, ha firmado su renuncia a seguir como una de las titulares de la cuenta bancaria de la “agrupación de electores, porque no estamos constituidos como partido político”, ha subrayado. En referencia a que su padre, Ángel Luis Jiménez, sea titular de la misma, ha explicado que “se debe a que fue elegido por la asamblea como administrador”.
Sobre dichos fondos, que en la actualidad son “algo más de 8.000 euros”, ha indicado que “el Ayuntamiento va a congelar las aportaciones al grupo municipal hasta que todo esto termine, ya que es el procedimiento que se sigue cuando surge una situación como esta”. De hecho, ha señalado que en la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira ha sucedido los mismo.
Jiménez lamenta “la imagen lamentable que estamos dando”, en referencia al grupo político, y sostiene que “podría convocar una asamblea para echar a los otros dos concejales, pero no lo voy a hacer porque la imagen ya es nefasta y no voy a empeorarla”.
En cuanto al trabajo de la formación a nivel municipal sostiene que “no voy a ser concejal no adscrita. Voy a seguir trabajando porque pertenezco al grupo municipal y sigo siendo portavoz mientras no haya un informe de Secretaría del Ayuntamiento que diga lo contrario”. Además, sostiene, en referencia a sus dos compañeros del grupo municipal, que “si hablamos como personas civilizadas podremos seguir presentando iniciativas en el Pleno. Lo que pase a partir de ahora está en sus manos”.
En lo que se refiere a la ruptura de relaciones entre los dos bloques del grupo municipal, asegura que “en junio convocaron una asamblea para presentar una moción de confianza. Querían echarme, pero solo hubo cuatro grupos en contra. De hecho, querían echarme una semana después de las elecciones municipales”, añadió.
Ha asegurado que “soy muy estricta con la normativa y no podía permitir que se usara la cuenta del grupo para comprar una nevera para la sede ni convertirla en un bar”. Por todo ello y tras la citada asamblea de junio, ha señalado que “un grupo de unas diez personas inició una campaña contra mí en redes sociales, con chantajes muy feos”.
La concejal ha estado respaldada en su comparecencia por representantes de diversos colectivos cercanos a ASSP.