El submarino de ataque, de la clase Virginia, está diseñado para un amplio espectro de misiones tanto en alta mar como litorales. La clase Virginia fue concebida como una alternativa menos costosa a la clase de submarinos de ataque Seawolf de la Guerra Fría y sirven de reemplazo para los de la clase Los Ángeles, de la cual 20 unidades ya han sido retiradas.
Por su parte, el grupo ecologista Verdemar Ecologistas en Acción alerta de que con la llegada del sumergible, se da la presencia de un nuevo buque de propulsión nuclear en Gibraltar.
"Es el buque de guerra más mortífero y de más alta tecnología que tenemos en nuestro inventario", declara el almirante norteamericano Johnathan Greenert, se vanagloria el mando estadounidense...
El USS John Warner fue botado el sábado 1 de agosto de 2015 en la Estación Naval de Norfolk, en el estado de Virginia. Verdemar señala que el buque está equipado con 12 estalaciones de misiles de crucero Tomahawk de alta precisión y con cuatro depósitos para torpedos pesados MK 48.
Para Verdemar, "desgraciadamente el puerto de Gibraltar sigue albergando “bombas flotantes” en la zona. Un paso de más de 100.000 buques en el peligro por colisión, seguridad (riesgo de amenaza por atentado) fuga radioactiva... hace que el Estrecho se ponga de nuevo bajo una nueva amenaza. La presencia de varias grúas en el atraque hace que se levanten las sospechas sobre las intenciones de su presencia en el Estrecho", afirman.
Verdemar quiere destacar que "no existe Plan de Emergencia alguno ante un accidente nuclear. Ni los ciudadanos ni las administraciones españolas -Gobierno, Junta de Andalucía y Ayuntamientos- sabrían qué hacer ante una emergencia de la envergadura de un accidente en el submarino", sentencian.