La sección sindical Acaip-UGT del centro penitenciario Botafuegos, en Algeciras, ha denunciado una serie de incidentes que se vienen produciendo en la prisión, que ha provocado lesiones en funcionarios y el aislamiento de internos por estos hechos. El sindicato sostiene que la falta de droga en la cárcel, motivada por la cancelación de las visitas durante el estado de alarma, es el principal causante de esta escalada de violencia.
Acaip-UGT ha mostrado su preocupación por estos incidentes, que tuvieron su mayor incidencia este viernes, cuando se registraron hasta cuatro altercados.
Sobre las 11.00 horas, un interno tuvo que ser atendido de urgencia por los servicios médicos con síntomas de haber ingerido de forma incontrolada medicación psicotrópica. Una vez atendido en la enfermería y dado de alta, regresó a su módulo pero por la tarde volvió a ser trasladado a la enfermería con síntomas de toxicidad.
Sobre las 12.30 horas, en un módulo distinto al anterior, se originó una pelea motivada por las pastillas que se habían dispensado esa misma mañana para el fin de semana, siendo aislados ambos protagonistas, según explica el sindicato.
Por la tarde, a las 16.30 horas, al proceder a un cacheo en una celda, dos internos hicieron caso omiso a las órdenes de los funcionarios, siendo finalmente reducidos, con el resultado de un trabajador lesionado con un dedo de una mano roto. Fue requisado un pincho carcelario de 18 centímetros de longitud.
La jornada de altercados continuó a las 17.00 horas, cuando los propios internos de un módulo sorprendieron a dos internos hurgando en bolsos ajenos con intención de hurtar artículos autorizados que no eran de su propiedad, por lo que el resto de internos trató de agredirles, lo que provocó un gran revuelo. Finalmente los dos internos fueron sacados del módulo y aislados del resto de la población reclusa.
Acaip-UGT hace referencia a unas estadísticas que publicó recientemente, referidas a intervenciones de drogas, tóxicos, estupefacientes y sustancias psicotrópicas incautadas en Botafuegos en los últimos años. Un 55% de las mismas, señalan, entran en la prisión al regreso de los permisos de salida de los internos; el 38% procede de las diversas comunicaciones con familiares, amigos y allegados de internos; y el 7% restante se interviene en los paquetes de entrada cuyos destinatarios son los propios internos.
“Desde la fecha del Real Decreto del estado de alarma, con el que se ha prohibido a los internos recibir visitas o paquetes, no se ha registrado casos de sobredosis relacionados con drogas en el interior de la prisión”, apuntan.