La incidencia de casos de contagios entre escolares de la localidad ha bajado considerablemente, desde el pico surgido en la semana del 18 de enero cuando fueron 1.017 alumnos los que debían permanecer en confinamiento por ser contactos directos o positivos. A día de ayer, el número de casos descendió a 430 alumnos, lo que demuestra que la curva se ha doblegado aunque requiere de la máxima prudencia para evitar un repunte.
Esta es una de las conclusiones formuladas por el concejal y delegado municipal de Educación, Sebastián Hidalgo, tras la reunión del consejo escolar municipal celebrado ayer, argumentando la exigencia de mantener las medidas sanitarias, como el uso de mascarillas y geles hidroalcohólicos, y sobre todo el distanciamiento social. Sobre este último, se ruega a los padres que eviten aglomeraciones en las puertas de los centros educativos, subrayando la peligrosidad que entrañan los contactos interpersonales frente a la presencia de los alumnos en unas aulas perfectamente ventiladas y en unos colegios donde funcionan a la perfección los protocolos anti-covid.
Desde la delegación de Educación se anima a la vuelta progresiva a las aulas ante el descenso en la curva de contagios, aunque con la máxima cautela en el relajo de las medidas sanitarias dispuestas.
Recordar que en el consejo escolar se puso de manifiesto la evolución de casos de contagios en las últimas semanas, en las que se ha pasado de los 1.450 contagios registrados el 11 de enero, a los 2550 del día 21 y los 653 de ayer miércoles, 10 de febrero.
Por parte del alcalde de la ciudad, Juan Franco, se hizo especial hincapié en la influencia de la no asistencia a clase por parte del alumnado sobre este descenso de la curva, coincidiendo con el concejal responsable de Educación en la necesidad de extremar las medidas para evitar una “cuarta ola” y posibilitar la vuelta a una normalidad progresiva.
