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El PP se opone a que en Sancti Petri se haga un proyecto “que se parezca a la Plaza Mayor y sin participación"

Ernesto Marín incide en que el alcalde, el socialista José María Román, pretende imponer un proyecto que carece del respaldo social.

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El Partido Popular ha mostrado nuevamente su oposición a que “un proyecto para Sancti Petri sea dirigido por el mismo alcalde que llevó a cabo las obras emblemáticas de su último mandato, la Plaza Mayor y la Plaza sobre el río, así como el mismo alcalde que apoyó las obras del trazado urbano del tranvía con el destrozo que esto ha supuesto para el centro de nuestra ciudad”.

El concejal popular Ernesto Marín afirma que “por otro lado, este proyecto que ahora presenta José María Román jamás fue presentado oficialmente a ningún estamento de la Junta de Andalucía ni, por supuesto, de la Demarcación de Costas. Es un proyecto politizado, antiguo, trasnochado, falto de interés turístico y por lo tanto falto de interés para la iniciativa empresarial, verdadera impulsora en la creación de empleo”.

El exalcalde destaca  que “en la diferenciación está hoy la posibilidad del éxito y este proyecto de Román es más de lo mismo en cuanto que es parecido a tantos y tantos pueblos que quieren parecer antiguos poblados  marineros, y que al final se convierten en mini parques temáticos de los que tantos hay esparcidos por toda España con gran cantidad de locales vacíos por exceso de oferta comercial y hostelera”.

Asimismo, el Partido Popular se opone a un proyecto “donde la participación ciudadana es nula, pues ningún miembro del Consejo Económico y Social tuvo la oportunidad de elegir entre más de un proyecto. Román les presentó un proyecto a elegir, ¿a elegir qué?, si solo había uno. Esto solo tiene un nombre, cacicada”.

Para Marín, “es necesario repetir que nos oponemos que en Sancti Petri se lleve a cabo un proyecto que nace anticuado, que tiene unas características parecidas a la Plaza Mayor y a la Plaza sobre el río y donde la participación ciudadana ha sido cero”.

En esta línea, argumenta que se trata de “un proyecto falto absolutamente de originalidad, hecho a la ligera por una empresa que no tuvo que pasar ningún concurso administrativo ni por supuesto ningún concurso de ideas, que presenta un incompleto plan de usos y que además algunos de los usos que se esbozan serán rechazados por las administraciones competentes en este asunto”.

Por si eso fuera poco, desde el Partido Popular se considera que “además, es un proyecto que medioambientalmente deja mucho que desear y donde está primando más el disfrute de los que ya poseen una embarcación que los chiclaneros y chiclaneras en general que también quieren tener un lugar público de esparcimiento; un proyecto donde prima el hormigón por encima del medio ambiente”.

Bosque Pesquero

En este contexto, Ernesto Marín recuerda que “en contraposición al proyecto que ahora José María Román quiere imponer, en su momento, el Consejo Económico y Social (CES) aprobó en el periodo corporativo del gobierno del PP el proyecto Bosque Pesquero, que nació de la participación de más de sesenta arquitectos nacionales y extranjeros de gran relevancia, que pasó por un primer filtro de un jurado con presencia del decano del Colegio de Arquitectos de Cádiz, el decano de los arquitectos de Chiclana, el entonces presidente la Confederación de Empresarios de Cádiz, un empresario muy reconocido en temas de acuicultura, el arquitecto y el ingeniero municipal, etcétera.  Y este potente jurado dio los tres finalistas del concurso para que finalmente el Consejo Económico y Social, donde está representados los ciudadanos, escogiera entre los tres al ganador, con lo cual fue un proyecto nacido de la participación ciudadana”.

Igualmente, reseñad que “una de las cuestiones que se exigieron en el concurso que acabó ganando Bosque Pesquero fue que debía de recordar la historia de Sancti Petri a través de su estilo arquitectónico, pero era un  requisito que en ningún momento podía ser una barrera o impedimento a la innovación, de manera que el poblado se convirtiera en un enclave atractivo no solo para aquellos que pudieran tenerla en su memoria, sino también para las actuales y futuras generaciones”.

En definitiva, Marín apunta que “es cuestión de saber armonizar los conceptos, pues, en definitiva, debía de ser un Sancti Petri con una imagen innovadora en perfecto equilibrio con la tradición, palabras utilizadas por el actual gobierno municipal cuando se ha referido al contenido que quieren poner en el Museo del Vino y de la Sal”.

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