Pese a la mejora económica a nivel general y, en particular, del Ayuntamiento de Chiclana en estos últimos ejercicios, la liquidación del presupuesto municipal de 2019 sigue arrojando números negativos. En este sentido, las cuentas municipales se han cerrado con un remanente de Tesorería para gastos generales (déficit) de -2.389.446,55 euros, mientras que el endeudamiento con las entidades bancarias se mantiene cerca del 90 por ciento, concretamente en el 88,43 por ciento, lo que supone un total de 68 millones de euros.
En cuanto al déficit municipal, hay que resaltar el esfuerzo por mejorar la situación económica del Ayuntamiento, al pasarse de 10.523.204,62 euros en el ejercicio 2018 a 2.389.446,55 euros del ejercicio 2019. “Además, debemos resaltar que llegamos a tener un déficit de 16,65 millones en 2015, lográndose reducir en los últimos ejercicios hasta estos 2,38 millones en este último año”, ha expresado el delegado municipal de Hacienda, Joaquín Guerrero, quien ha aclarado que “esta cifra es similar a la prevista en el Plan de Saneamiento aprobada por el Ayuntamiento y que se encuentra en vigor, que habla de un déficit de 2,11 millones”.
Hay que destacar que, como consecuencia de tener un remanente de Tesorería negativo o déficit, el Ayuntamiento de Chiclana y la empresa municipal Emsisa no pueden acudir a operaciones financieras o préstamos a largo plazo, que le permita financiar inversiones, por lo que todas las actuaciones que ejecute tienen que financiarse con recursos propios; mientras que Chiclana Natural, al no consolidar en el endeudamiento del Ayuntamiento, sí puede hacerlo.
Por otro lado, en relación al porcentaje de endeudamiento del Ayuntamiento de Chiclana, éste se sitúa en el 88,43 por ciento, lo que supone una reducción de más de 14 puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior, cuando se situaba en el 102,74 por ciento. No obstante, pese a esa bajada, continúa por encima del límite permitido, que se sitúa en el 75 por ciento, “por lo que nos queda un esfuerzo importante para situar al Ayuntamiento en números positivos, tras la caótica situación que provocó la temeraria bajada del IBI en el año 2015 por parte del Gobierno del PP”.
“La mejoría en el déficit y, por consiguiente en el remanente de Tesorería, pese a seguir siendo negativo, tiene que ver con una mejoría en la provisión de dudoso cobro, que ha pasado de 44,2 millones a 40,9 millones de euros. Además, en el ejercicio anterior teníamos un pendiente de cobro de 70,2 millones de euros y ahora de 72,3 millones, es decir, tenemos dos millones de euros más pendientes de cobro respecto al año anterior, lo que desmiente aquello que se dice de que el Ayuntamiento está llevando embargos e incrementando la presión de cara al cobro pendiente”, ha explicado el responsable del área, quien recuerda que “el tema del cobro lo lleva directamente la Diputación Provincial”. “Además, este pendiente de cobro tiene que ver fundamentalmente con el ejercicio corriente”, ha aclarado.
Asimismo, en cuanto a las obligaciones pendientes de pago, éstas se situaban en 29,3 millones, que se han mantenido al cierre del último ejercicio. “A pesar de que el pendiente de pago se mantiene igual respecto al ejercicio anterior, sí es cierto que ha habido una disminución de dos millones de euros respecto a ejercicios presupuestarios de años anteriores”, ha aclarado Guerrero.
Margen de maniobra
“Al contar con un endeudamiento por encima del 75 por ciento y al no tener superávit en las cuentas municipales, el Ayuntamiento no tiene margen de maniobra en cuanto a disponibilidad libre de fondos, incluso con los cambios que pueda llevar a cabo el Gobierno de España en cuanto a que los superávits se puedan emplear para abordar la actual crisis del COVID-19”, ha recalcado el delegado municipal de Hacienda, quien no obstante ha aclarado que “se está llevando a cabo un esfuerzo en este Ayuntamiento por reordenar todo lo previsto presupuestariamente a nivel de ingresos y gastos para adecuarlo a las actuales circunstancias que estamos viviendo”. “Así, se llevarán a cabo las oportunas modificaciones de créditos para poder cubrir los distintos convenios con empresarios, hosteleros y comerciantes, además de para afrontar las consecuencias de la crisis entre las familias chiclaneras, teniendo en cuenta el nuevo marco que se va a dar tanto en ingresos como en gastos, debido a las dificultades económicas de las familias y empresas chiclaneras”.
Finalmente, Joaquín Guerrero ha indicado que, “no obstante, el esfuerzo que se ha hecho en estos últimos años para reducir el déficit del Ayuntamiento ha sido muy importante y no en balde, puesto que ahora, que tenemos unas cuentas más saneadas que en ejercicios anteriores, podremos afrontar de una forma más soportable toda la situación que nos está sobreviniendo y que nos llevará a números negativos y dolorosos para empresas, ciudadanía en general y, por supuesto, para el propio Ayuntamiento”. “Aún así, estamos en el convencimiento de que el conjunto de medidas que se pueda llevar a cabo desde los Gobiernos de España y de Andalucía, así como de la propia Diputación Provincial, pueda sumar de cara a remontar estas condiciones adversas y poder volver a situarnos en una senda de crecimiento y de creación de empleo”, ha incidido.