Netflix tiene un difícil reto por delante: hacer de 2017 un año mejor que 2016. Puede parecer simple, pero el servicio de vídeo en streaming solventó de manera sobresaliente el pasado año, gracias en gran parte a series como Stranger Things, Narcos o la tercera temporada de Black Mirror.
El primer plato fuerte de 2017 lo tenemos con Una serie de catastróficas desdichas. Basada en la obra literaria escrita por Daniel Handler, la plataforma tira del esquema de la adaptación cinematográfica que hace 12 años dirigió Brad Silbering y protagonizó Jim Carrey, quien por aquel entonces era uno de los pesos pesados de Hollywood.
La serie no es mala, pero tampoco es imprescindible. Compuesta por ocho capítulos, esta va de menos a más. De hecho, este es el principal escollo con el que se encuentra: los dos primeros episodios son tediosos. Sin paliativos. Sin embargo, poco a poco va mejorando por el empuje de actores como Neil Patrick Harris.
El otrora de Cómo conocí a vuestra madre es lo mejor de toda la producción. Es un papel que le viene como anillo al dedo gracias al histrionismo que respira su personaje. Al fin y al cabo, no todos los días se encarna a un loco barón que ansía cobrar una herencia millonaria de manos de unos niños.
Una serie de catastróficas desdichas no va a pasar a los anales de este 2017. Su factura técnica tiene el sello de Netflix, aunque el ritmo no es el característico de sus series. Habrá que esperar a otra gran producción para quitarnos el sabor de boca agridulce de esta.