El guitarrista cordobés afincado en Londres Paco Peña imaginó hace 33 años un festival íntegramente dedicado al instrumento que más amaba, y esta noche, ese instrumento y esa cita musical, ya adulta, le ha devuelto el guiño permitiéndole estrenar su última quimera.
"Quimeras" es la obra con la que Peña se ha reencontrado hoy con el público del Gran Teatro de Córdoba, y es una epopeya sobre la inmigración, jalonada por la fusión del baile, el toque y el cante flamenco con la música y la danza de África Occidental.
Una inmigración muy distinta a la que escogió el propio autor cuando se exilió a Londres a finales de los sesenta, antes de volver, ya en los ochenta, como uno de los principales maestros de la guitarra y como padre fundador del festival cordobés por antonomasia.
En "Quimeras", la inmigración es otra, la de origen africano que ha venido nutriendo a Europa en las últimas décadas, y la música, una fusión entre las danzas y el cante de la tierra que vio nacer al guitarrista, y la del continente africano.
Antes del concierto, Peña ya decía que los inmigrantes "casi no necesitarían ensayo para ubicarse en el terreno emocional que maneja el espectáculo", y tanto se puede decir del público cordobés, muy atento a los pliegues de la obra del guitarrista, estrenada hoy por primera vez en España.
Peña ha firmado la música original de "Quimeras" junto con Rafael Montilla, Paco Arriaga -los tres, también, intérpretes a la guitarra- y el africano Aboubacar Syla.
El espectáculo en sí ha contado con una puesta en escena de formas puras del flamenco a partir del cante, el baile, la guitarra y la percusión, que ha ido conjugando con la música y danza africanas, a partir de instrumentos como el "nguni", el "bolom" o la "kalimba".
En definitiva, ha sido un gran retorno por parte del padre de esta cita musical, que, ya consolidado, mañana tendrá su gran envite con otro afamado músico español que ha tenido una carrera y una proyección muy distintas a la de Peña: Alejando Sanz.
Y acordes clásicos también se han podido escuchar esta noche en la Sala Polifemo del Teatro Góngora dentro de una de las secciones más consolidadas del Festival de la Guitarra.
Se trata del ciclo "Los Clásicos", una propuesta en la que participan cada año algunos de los más prestigiosos solistas de guitarra clásica del mundo.
El encargado de abrir el ciclo en esta edición ha sido el guitarrista jiennense Ricardo Gallén, considerado uno de los más firmes valores en la actualidad de la guitarra clásica en España, y que ha interpretado un programa dedicado a obras de Fernando Sor y Dionisio Aguado.
Gallén comenzó a tocar la guitarra a la edad de 4 años y su primera presentación en público tuvo lugar sólo un año después de la mano de su padre, Manuel Gallén.
El ciclo continuará mañana con el esperado concierto de la guitarrista croata Ana Vidovic, otro talento precoz que acude por primera vez al Festival de la Guitarra.