Los agentes de la Policía Nacional toman declaración a varios testigos del suceso del pasado sábado en el que un hombre de 57 años supuestamente se quitó la vida tras una discusión familiar, en la que su mujer de 54 años resultó herida leve, en el barrio del Polígono Guadalquivir, en la capital cordobesa. Aunque se mantiene abierta la investigación y no se descarta ninguna hipótesis, "a priori" no se trata de un caso de violencia de género.
Así lo han manifestado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación, que detallan que dicha hipótesis es "la menos probable", al tiempo que señalan que "tampoco hay indicios de criminalidad", si bien apuntan que continúan las declaraciones, entre ellas a "las personas más directamente implicadas", como la mujer del fallecido, que lo hará en las próximas horas.
En este sentido, han indicado que "la riña familiar terminó con la mujer lesionada leve y el marido supuestamente se suicidó", a lo que añaden que la herida de la mujer se produjo de manera "aparentemente fortuita, no fue por un impacto directo" de una bala.
Al respecto, según ha adelantado la prensa provincial, la mujer fue trasladada al Hospital Reina Sofía pasadas las 17,20 horas, tras dejar a sus hijos --de 15, 32 y 34 años de edad-- en casa de una vecina, aunque no tuvo que ser ingresada ya que sus heridas fueron de carácter leve y recibió el alta en urgencias sobre las 21,30 horas del sábado.
En concreto, la discusión familiar se originó en torno a las 16,00 horas, en una casa sita en la calle Libertador José Gervasio Artigas, y tras ella el hombre supuestamente cogió una escopeta y los vecinos escucharon seis disparos, además de gritos y objetos que caían.
Cuando llegó la Policía --intervinieron la Nacional, con el Grupo de Operaciones Especiales, y también la Local-- la vecina que acogió a los tres hijos alertó a los agentes de que el tiroteo tenía lugar en la vivienda de al lado, lo que habría motivado que el hombre intentara dispararle también a ella, tratando de abrir la puerta de su casa, de hecho la pared presentaba huellas de disparos.
El suceso obligó a acordonar la zona, mientras que el hombre se encontraba atrincherado en su vivienda. Los agentes protegieron a la vecina y a los hijos del presunto agresor, y accedieron al domicilio de este una vez que cesó el ruido de la escopeta. Al parecer, todo apunta a que el varón se quitó la vida tras la discusión familiar.
Igualmente, las fuentes apuntan que hasta ahora no constaban denuncias previas por malos tratos, ni medida alguna de protección sobre la mujer herida, de manera que indican que, aparentemente, no parece que se trate de un episodio de violencia de género, aunque se mantiene abierta la investigación para esclarecer los hechos.