Tras Las niñas salvajes y Las aguas sagradas, llega el desenlace que miles de personas estaban esperando. Los hijos malditos, la nueva novela de May R. Ayamonte, completa esta trilogía ambientada en las calles y la historia de Granada en la que la periodista Jimena Cruz tendrá que enfrentarse a un nuevo crimen.
La memoria histórica es un elemento común en las tres novelas. Para conseguir reflejar de forma verídica algunos de los sucesos de la trama, como el hecho de que su protagonista fue un bebé robado que ahora se encuentra en una búsqueda constante de justicia, la autora tuvo que llevar a cabo una ardua labor de investigación.
AÑOS 80, UNA VOZ. Un grupo de personas camina a través de un paraje angosto. Nadie se atreve a elevar la vista del sendero ni a pronunciar palabra. Su misión está clara, deben dirigirse al lugar acordado; aquel que habitarán sus cuerpos y arrojará luz sobre sus vidas. Porque allí, donde los espera él, el verbo está a punto de convertirse en carne.
2023, UN CUERPO. Los más devotos se agolpan frente a la iglesia de San Pedro y San Pablo a la espera de que comience la procesión del Cristo de la Misericordia, una de las más respetadas en Granada. La oscuridad y el silencio cubren cada espacio de la escena, hasta que las puertas se abren y el titilar de las velas advierte el inicio del paso, que apenas consigue avanzar unos metros cuando un grito rompe la quietud de la noche.
Jimena Cruz, quien se encontraba en el lugar, avanza entre el tumulto. A ese primero le han seguido más, y ahora todos señalan al cielo al advertir, horrorizados, cómo un cuerpo pende en lo alto del campanario.
Y EL INICIO DE UNA PESADILLA. Un nuevo descenso a los infiernos aguarda para Jimena, que deberá dar caza a un asesino mientras lidia con un extraño manifiesto que ha llegado a la ciudadanía y en el que se advierte del deseo de ver reducida la Alhambra a cenizas.
Sobre la autora
May R. Ayamonte es Graduada en Estudios Ingleses con dos másteres en Enseñanza y Literatura con Perspectiva de Género; activista y militante de movimientos sociales; reside en Granada, la ciudad en la que se ambienta Las aguas sagradas y cuenta con una fuerte presencia en sus redes sociales, en las que promociona la lectura. Tiene hasta la fecha seis novelas publicadas de literatura juvenil entre las que destaca Mar Profundo, su última obra de prescripción para institutos. Actualmente se dedica a dar charlas de fomento de lectura para colegios e institutos y a escribir. En su anterior novela, Las niñas salvajes, dio un salto en su literatura a la narrativa adulta. Los hijos malditos es el desenlace de la trilogía que miles de lectores estaban esperando.