El polaco Robert Lewandowski, gran refuerzo del Barcelona para las próximas temporadas, tuvo un debut con el conjunto azulgrana ilusionante, mientras que el brasileño Raphinha, otra de las incorporaciones a la plantilla de Xavi Hernández, reforzó su impacto con un gran gol que acabó definiendo el clásico ante el Real Madrid en Las Vegas.
El ex artillero del Bayern Múnich tuvo la oportunidad de vestir por primera vez la camiseta barcelonista y lo hizo en un partido tan significado, que aunque fuera amistoso y de pretemporada siempre es un choque de altos vuelos.
El polaco jugó el primer periodo y aunque no marcó dejó vislumbrar todo lo que puede aportar al ataque del equipo barcelonista. Muy activo en todo momento, móvil. Un peligro para la zaga del Real Madrid.
El belga Thibaut Courtois y el austríaco David Alaba, excompañero en el campeón bávaro, con el que dialogó amigablemente camino de los vestuarios y tras el encuentro, le impidieron estrenar su cuenta como jugador del Barcelona, que fue superior al Real Madrid en el primer periodo.
El tanto que definió el partido llegó en esa primera mitad. Fue obra de Raphinha. Y fue un auténtico golazo. La presión adelantada de los hombres de Xavi Hernández dio sus frutos numerosas veces. En una de ellas, poco antes de la media hora, el brasileño Eder Militao quiso cruzar un balón a la parte izquierda y lo hizo de forma defectuosa.
El balón fue a parar a su compatriota Raphinha, quien enganchó un magnífico zurdazo que entró por la escuadra de Courtois. El belga, que al final fue uno de los mejores de su equipo, no pudo hacer nada. Era imposible. La imagen del clásico por la plasticidad y precisión de su disparo.
Raphinha, que ya había anotado en el amistoso ante el Inter Miami (6-0), ya acumula dos goles y dos asistencias en lo que va de pretemporada. Su aportación al equipo azulgrana está siendo determinante.
Pero no solo por su acierto goleador, sino por su desequilibrio por las bandas. Jugó la primera parte en la zona derecha del ataque, donde se tuvo que fajar con el poderoso alemán Antonio Rüdiger, que debutaba como jugador madridista y lo hacía como lateral izquierdo.
Luego, en el inicio del segundo periodo (fue reemplazado a los 62 minutos), actuó en la banda izquierda del ataque al entrar al equipo el francés Ousmane Dembele y desde ahí envió varios buenos centros, aunque no encontraron el premio final.