La historia verdiblanca presume de ser tradicionalmente copera. Dos títulos adornan sus vitrinas y otra final que aún permanece en la retina de la afición bética que hizo del ganar a la entidad helipolitana la simpatía y el afecto del balompié nacional.
En esta tesitura de volver a ser un equipo que plante cara en el Torneo del KO están puestas las ilusiones para este año. Con una situación en la tabla clasificatoria de la Liga más que óptima, el mensaje tanto de técnicos como de directivos es intentar hacer un buen papel y mejorar el resultado de la campaña anterior donde el cuadro bético era eliminado a las primeras de cambio por un segunda como fue el Córdoba.
La primera piedra de toque será en tierras castellanas. Ante el Valladolid, al que ya se ha enfrentado en el campeonato liguero con un gol de Rubén Castro en las postrimerías del encuentro.
Las estadísticas en las dos únicas eliminatorias que vallisoletanos y verdiblancos han disputado entre sí son inmaculadas en favor de los de Mel. El primer cruce data de la temporada 1975/76 cuando el Betis, en Primera, superaba al Valladolid en la ida por 1-2 y por 3-1 en la vuelta en la cuarta ronda de la competición.
Al año siguiente volvieron a verse las caras béticos y albivioletas acabando también con triunfo bético, esta vez por 1-2 en la ida y 1-1 en la vuelta del Villamarín frente a un bloque pucelano que militaban en ese tiempo en Tercera para el que ya era un logro colarse en los octavos de final contra los Esnaola, Cardeñosa, Alabanda, Biosca, López, etc... que más tarde se proclamaría campeón.
Toca mantener la racha y el objetivo, marcar en el Nuevo José Zorrilla y traerse a Sevilla una renta suficiente.