Las nadadoras españolas Ona Carbonell y Marga Crespí han conseguido este domingo la medalla de bronce en la rutina técnica de dúo, segunda para Carbonell y para la delegación, con una puntuación de 93,800 y por detrás de Rusia (97,300) y China (94,900) en una final en la que sacaron a escena, con peor puntuación que en la ronda preliminar, el 'Zapateado' de Flora Albaicín que les dio la sorprendente plata en los Juegos Olímpicos de Londres el pasado verano.
Con una puntuación final de 93,800, con 46,600 en ejecución y 47,200 en impresión general, se quedaron lejos de unas rusas que son claras dominadoras en todas las categorías de la sincronizada, con la campeona ayer en solo técnico Svetlana Romashina y Svetlana Kolesnichenko, y también de unas gemelas chinas que mejoraron su participación de esta mañana en la ronda preliminar por una décima.
Y es que la barcelonesa y la mallorquina, que ha debutado en una final de dúo técnico (repetirá en la rutina libre) en sustitución de la retirada Andrea Fuentes, han demostrado a sus 23 años y con solo seis meses de preparación tener presente pero sobre todo futuro, y capacidad de luchar con las chinas para volver a adelantarlas. Eso sí, empeoraron en una décima los 93,900 puntos de la mañana aunque sin llegar a peligrar el bronce.
Con este mismo ejercicio, el 'Zapateado' de Flora Albaicín, España subió al segundo peldaño en Londres gracias a una puntuación final de 96,900, a dos puntos del dúo ruso (98,900) y por delante de las chinas, que vieron como Carbonell y Fuentes les quitaban una plata que se creían suya aunque por poco más de una décima (96,770).
Estos dos bronces, de gran valor para la renovada selección española, son las primeras medallas pero no serán las últimas, ya que Ona Carbonell aspira a la plata en el dúo libre, con la interpretación de la 'Barcelona' de Montserrat Caballé y Freddie Mercury, mientras que la ausencia del equipo chino también abre las puertas de las platas en rutina técnica y libre por equipos así como en el combo libre.
Por detrás de las españolas quedó el dúo ucraniano, formado por Lolita Ananasova y Anna Voloshyna, que con su interpretación en esta final (92,400) mejoraron su marca de la mañana en seis décimas, una gran mejora pero insuficiente para colgarse el metal. Eran las grandes rivales, pero no pudieron pelear el bronce. Tras ellas, las japonesas divirtieron al Sant Jordi con las músicas de los videojuegos Super Mario Bros y Street Fighter y un gran ritmo en su puesta en escena.