¡Vaya Partido! De locos. Sin tiempo para reacciones entre los diez goles sumados en 90 minutos. El Sevilla de Rakitic tuvo opciones, pero al final terminó siendo vapuleado por un Madrid de un genuino Bale y de un ‘bicho’ llamado Cristiano Ronaldo.
Trece minutos tardaría Gareth Bale tras una jugada trenzada entre Isco y Benzema que se la cede al galés que coloca el esférico con el interior de su pierna izquierda del alcance del meta rojiblanco anotando el primer tanto de la noche madrileña. La fiesta no acabaría allí. El Real Madrid era un vendaval y el Sevilla un juguete roto en manos del conjunto merengue. Tan solo le bastaron a los locales media hora para golear. Y es que amén del fútbol, el cuadro madridista tenía la suerte de su lado; algo que se plasmó en el segundo gol, obra nuevamente de Bale cuyo lanzamiento de falta tocaba de manera involuntaria la mano de Alberto Moreno, desviando el tiro y poniéndolo imposible para Beto. Para terminar de cerrar la fiesta del todo, Teixeira Vitienes se iba a sumar a la goleada en el Bernabéu inventándose un penalti inexistente de Navarro sobre Isco y Cristiano en el 31 no falló la pena máxima para poner el tercero.
Pero el partido se volvió loco antes de que la goleada asomase por la vuelta de la esquina. Los de Emery reaccionaron doblemente para meterse de lleno en el duelo. Primero con otro penalti más que dudoso de Sergio Ramos sobre Diogo. Rakitic no lo erró. Y sólo un minuto después, en el 39, Bacca llenó de esperanzas a la parroquia nervionense con su gol, tras una sensacional jugada de Vitolo. Así, con el miedo en el cuerpo de todo el madridismo tras la reacción sevillista, se alcanzó el tiempo de descanso tras un primer tiempo cargado de vistosidad y goles. Y si de locura fueron los primeros 45 minutos del duelo, ni que decir tiene lo que pasó en la segunda mitad.
De nuevo golpeó el Madrid. Benzema en el 52 y Ronaldo en el 59, ambos a pase del mejor del partido, Bale, dejaron encarrilada la victoria blanca. Pero el Sevilla, sin intención de rendirse, volvió a avisar en el 63 con el golazo de la noche, obra del capitán Rakitic que la puso con la zurda en la escuadra del exsevillista Diego López. Y el partido no estaba finiquitado. Gameiro el que pudo poner de nuevo el miedo en el cuerpo si a falta de diez minutos logra batir en el mano a mano al meta madridista, pero el gallego salió victorioso evitando el cuarto.
Pero el grifo atrás no se cerró a tiempo y el Madrid aprovechó para casi cerrar la victoria. Ronaldo, de vaselina, sumó su particular hat-trick. Lo de ‘casi’ porque el Sevilla pudo meterse con otro penalti sobre Diogo. Esta vez, Rakitic no estuvo acertado. Pero fue un espejismo. Benzema en el 79, tras un pase milimétrico de Marcelo, remató con la testa al fondo de las mallas de Beto. Al final, la goleada hizo mucho más daño que el intento de remontada.