Luis Oliver, que hoy declarará en los juzgados de Sevilla en calidad de imputado por presuntas irregularidades en su gestión como dirigente del Real Betis, ha afirmado que desconoce la causa de su imputación pero que cree que será por "ser empleado, testaferro o correveidile de Lopera".
Oliver, que ha asegurado que Bitton Sport, una de sus empresas, gobernará el Betis cuando termine la intervención judicial, ha relatado a Efe que conoció "a Lopera -máximo accionista del club- seis meses antes de la firma de la compraventa" y que le parece "una persona especial que en su momento salvó al Betis de la desaparición y que si se hubiera retirado antes, su recuerdo entre los béticos hubiera sido imborrable".
Sin embargo, ha recalcado que "la gestión de Bitton Sport es totalmente diferente a la de Lopera en todos los aspectos" y ha indicado que "nadie que conozca un poco a Manuel Ruiz de Lopera puede creerse que un empleado suyo fuera a atreverse a cambiar el nombre al estadio".
Para Oliver, ese presunto vínculo "es una fantasía de la instructora -Mercedes Alaya-" que "no ha querido investigar porque en ese caso tendría que haber levantado las medidas cautelares inmediatamente" y ha adelantado que cuando esto suceda "volverá Bitton Sport" a gobernar el Betis, "que es quién compró las acciones a Farusa" como figura "en la escritura notarial de compra".
El empresario navarro medita incluso acogerse mañana a su derecho a no declarar porque no quiere "ser cómplice de este nuevo esperpento" y ha lamentado que los "tres años y medio de medidas cautelares son una medida excepcional" que por su duración van "pasar a la posteridad como las más largas y probablemente más dañinas de la historia judicial", ya que "desde un juzgado no se puede dirigir una empresa tan especial como un equipo de fútbol", ha afirmado.
De hecho, Oliver ha tildado de "nefasta" la situación deportiva del Betis, último en la Liga, y ha recordado que "el consejo judicial ha vivido hasta ahora de las rentas deportivas del consejo dirigido por Bitton", pues "en tres años, y gastando casi 150 millones de euros, no han sabido mejorar el equipo que se hizo para jugar en Segunda", por lo que ha resaltado que "es impresionante tanta incapacidad".
Además, ha recordado que "en la cantera, invirtiendo el triple que Bitton, está hundida para diez años" y el primer equipo va "a necesitar un milagro deportivo para no bajar" pese a contar "con un presupuesto de sesenta millones".
"Es inaudito. Nuestros rivales directos tendrían que ser el Atlético de Madrid, el Sevilla, Valencia o el Athletic, y no el Almería, Valladolid, Osasuna y Rayo", ha añadido.
Además, Oliver ha recordado que el concurso de acreedores que él interpuso "contra la opinión de los actuales dirigentes" ha sido "esencial para poner orden en las cuentas, rebajar la deuda y dejarla como está, en una cifra razonable" pero que con medidas como "la faraónica y estúpida obra de reforma del palco o el suntuoso gasto en asesores externos" perderán "como bajen el equipo a Segunda, entre quince y veinte millones de euros. Ésa es su brillante gestión económica", ha asegurado.