El Universidad Católica de Murcia Club Baloncesto hizo un partido redondo (91-65), tanto en defensa como en ataque y pasó por encima de un Bilbao Basket que ofreció una imagen poco reconocible con respecto a esta temporada y que pudo echar de menos a Dejan Todorovic, sancionado, y a Latavious Williams, lesionado.
El conjunto grana dio un recital de juego colectivo y recuperó esa voracidad que se le vio al equipo en el arranque del campeonato y que ya mostró el pasado domingo en Sevilla.
Los de Diego Ocampo saltaron a la pista dispuestos a sentenciar el choque a su favor y el Bilbao tan sólo aguantó su ritmo durante el primer cuarto, que ya concluyó con ventaja local de seis puntos (24-18), con Nemanja Radovic y Thomas Kelati anotando 15 puntos entre los dos, casi tantos como el rival al completo.
El segundo cuarto fue el que marcó el choque, pues los de Sito Alonso se vieron absolutamente desbordados por la buena defensa local y el acierto grana en los triples.
Un parcial de 22-0 contando la última jugada del primer cuarto y lo ocurrido en los siete primeros minutos del segundo dejó el choque claramente decantado a favor del UCAM (44-20), en el que Kelati lució galones e impuso su categoría, y la diferencia fue creciendo tras el descanso, hasta llegar a ser de 32 puntos (60-28).
Quedaban nada menos que 17 minutos para que concluyera el encuentro y éste se daba por resuelto.
Los jugadores del UCAM así parecieron entenderlo y el resultado fue que el Bilbao, ante la relajación de su oponente, llegó reducir considerablemente su desventaja para colocar el 64-50 todavía dentro del tercer cuarto.
Ocampo debió llamar a los suyos a capítulo y estos volvieron a reaccionar de la mejor manera en el último periodo, en el que volvieron a estirar la diferencia para disfrute de un público entregado y que supo reconocer el esfuerzo y el buen juego de un UCAM.
Con este triunfo de calidad, el conjunto murciano se mantiene a un triunfo de las posiciones que dan derecho a disputar las eliminatorias por el título en la Liga Endesa, mientras que el Bilbao, en el que los veteranos Álex Mumbrú y Axel Hervelle y el joven Marko Todorovic se salvaron de la mediocridad generalizada, continúa siendo cuarto.