No dejó escapar la oportunidad y se impuso por 2-4 a un Deportivo que certificó su descenso a Segunda división
El Barcelona no dejó escapar la oportunidad para sellar el vigésimo quinto título liguero y el octavo doblete de su historia en Riazor, donde se impuso por 2-4 a un Deportivo que certificó su descenso a Segunda división.
Una semana después de ganar la Copa del Rey en el Wanda Metropolitano ante el Sevilla, el conjunto de Ernesto Valverde cerró la reconquista de la corona liguera y ahora podrá celebrarlo el próximo domingo en el clásico en el Camp Nou ante el Real Madrid.
Aunque el Deportivo quería seguir aferrado al milagro, porque para salvarse era lo que necesitaba, apenas tuvo opciones. Necesitaba ganar, en tanto que al Barcelona le bastaba con un punto para cantar el 'alirón'.
Parecía que iba a ser un partido relativamente cómodo para los barcelonistas después de que el brasileño Philippe Coutinho (m.7) y Leo Messi (m.38) firmaran el 0-2, pero Lucas Pérez, justo después (m.40), devolvió la ilusión al deportivismo de mantenerse con vida.
El cuadro gallego forzó todo lo que pudo e incluso llegó a igualar con una diana del turco Emre Çolak (m.64). El sueño estaba más cerca. En cambio, en los últimos minutos otras dos magníficas acciones, de nuevo con Luis Suárez como asistente, las aprovechó Messi para firmar el triplete y zanjar el título del Barcelona y el descenso de un Deportivo que dio la cara para que al menos su afición lo encarara con orgullo.
El Atlético de Madrid mantiene la iniciativa por la segunda plaza. Venció por 0-1 al Alavés en Mendizorroza y retuvo los cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid, que ha jugado un partido menos -el pendiente ante el Sevilla-.
El equipo de Diego Pablo Simeone, con buena parte de las miradas puestas en el próximo jueves en la vuelta de la semifinal de la Liga Europa ante el Arsenal, salió airoso ante un batallador cuadro vitoriano.
Se impuso gracias a un penalti por mano de Mubarak Wakaso transformado por el francés Kevin Gameiro (m.77). Siete minutos antes, otra pena máxima cometida por el ghanés sobre Víctor Machín 'Vitolo', no fue aprovechada por Fernando Torres, que se topó ante el meta Fernando Pacheco.
El Atlético, con el arquero argentino Axel Werner como titular por primera vez en Liga, supo resistir el acoso final del Alavés por evitar la derrota y salió de Mendizorroza con la primera victoria después de tres partidos sin ganar y otra vez sin encajar gol alguno.
El Valencia no alcanzó el objetivo que perseguía esta jornada, asegurar matemáticamente su regreso a la Liga de Campeones, algo que, por otra parte, tiene muy cerca.
No pudo pasar del empate a cero ante un Eibar que últimamente se la atraganta y deberá esperar. Además se le aleja el Real Madrid en su lucha por la tercera plaza liguera.
Para el cuadro eibarrés, sin ser un mal resultado, no es tampoco el deseado, porque pretendía una victoria que le permitiera incrementar sus opciones de luchar por la Liga Europa, de la que está lejos a falta de tan solo tres jornadas.
El Getafe cierra ahora mismo dicha zona tras sumar un empate a uno ante un rival directo, la otra revelación del curso, el Girona. El 1-1 deja un sabor agridulce tanto al equipo de Pepe Bordalás como al de Pablo Machín.
El senegalés Amath Ndiaye premió (m.18) la superioridad getafense en la primera mitad, pero un penalti decretado por golpear el uruguayo Damián Suárez a su compatriota Christian Stuani, acompañado de expulsión, permitió a este firmar las tablas al borde del descanso.
No aprovechó el Girona su superioridad numérica durante todo el segundo tiempo y el Getafe tampoco otra pena máxima a los doce minutos de la reanudación. Jorge Molina mandó el esférico al poste derecho del marroquí Yassine Bono.