El expresidente del Deportivo Augusto César Lendoiro ha asegurado este lunes que "LaLiga y la Federación" Española de Fútbol han "vulnerado la norma" que obliga a disputar las dos últimas jornadas en horario unificado y también se han "conculcado todas las disposiciones de salud pública" en el viaje del Fuenlabrada a A Coruña.
El que fuera embajador de LaLiga analiza en un artículo que ha remitido a Efe la suspensión del partido entre el Deportivo y el Fuenlabrada por los casos de coronavirus que ha sufrido el conjunto madrileño, correspondiente a la última jornada de LaLiga SmartBank, en la que se disputaron el resto de los encuentros.
Con las victorias del Lugo y el Albacete, el Deportivo, que no pudo jugar su partido, sufrió el descenso matemático a Segunda B y Lendoiro considera que se han cometido "gravísimos errores" con ocasión de ese encuentro suspendido.
"Es incuestionable que LaLiga y la Federación han vulnerado la norma impuesta por ellos mismos de jugar todos los encuentros de la jornada a la misma hora", expone Lendoiro.
También manifiesta que "es público y notorio que han sido conculcadas todas las disposiciones de salud pública que obligan a comunicar a las autoridades sanitarias los casos de positivos COVID-19 al conocerse y a confinar de inmediato en su domicilio a los afectados".
En su opinión, LaLiga, la Federación y el Consejo Superior de Deportes "infringieron las disposiciones deportivas que ellos mismos habían dictado" al suspender solo el partido entre el Deportivo y el Fuenlabrada y no el resto.
"La instantánea apunta a que el CSD ha encontrado culpable. Quizás le puedan estar pagando a Tebas con la misma moneda con la que él ha pagado a muchas personas que le han ayudado y que, cuando ya no las necesitaba o entendía que le creaban el mínimo problema, los había abandonado. Ni es edificante que él lo haya hecho, ni lo sería que se lo hiciesen a él", declara.
Lendoiro sostiene que "se abren interrogantes tan interesantes como esclarecer por qué se decidió que se disputase toda la jornada salvo el Deportivo-Fuenlabrada".
"Intento ponerme en la cabeza de Tebas y pienso que pretendía alcanzar dos preciosos objetivos: resolver el futuro financiero de los clubes y de LaLiga y celebrar, uno también es humano, su indiscutible éxito de gestión con motivo del problema generado por la pandemia", arguye.
El expresidente entiende que a Tebas le "perdió, sin duda, el aspecto económico, al que siempre le ha dado prioridad ante cualquier choque de intereses".
"Esta vez fue demasiado lejos y lo antepuso a la COVID y al aspecto deportivo de la competición. Pensar demasiado en la economía es el gran pecado original de Tebas, sin darse cuenta que es muy importante, pero no es lo único muy importante", razona Lendoiro.
Para el exmandatario blanquiazul, "la gran desgracia de Tebas" es que "cree que el fútbol es un negocio, una industria, sin darse cuenta que para los seguidores es un tipo de industria que nada tiene que ver con la suya", una industria "de sentimientos".
Lendoiro considera que ante la situación que se ha presentado, LaLiga tiene dos opciones: pactar una competición de 24 equipos en Segunda División o "someterse a la siempre peligrosa decisión de la justicia ordinaria".
"Por seguridad jurídica, inmediata y mediata, parece que pactar una liga de 24 es con diferencia la mejor solución", indica.
El expresidente del Deportivo presiente una "guerra" después de que Tebas se haya autoinculpado por el desplazamiento del Fuenlabrada a A Coruña a pesar de que el sábado, dos días antes del viaje, se habían detectado los primeros positivos en el equipo, aunque esos se quedaron en Madrid.
"Se ha auto inculpado como el único responsable del viaje del Fuenlabrada a A Coruña y ha abierto tímidamente el fuego. El bombardeo se puede iniciar en cualquier momento. Pienso que esta guerra será de las de verdad. Nada que ver con las escaramuzas entre Tebas y Rubiales. Una guerra que amenaza con no dejar títere con cabeza", afirma el expresidente del Dépor.
Lendoiro se pregunta si esta polémica acabará con Tebas y, aunque considera que no, advierte de que "van a por él".