La cuarta agrupación de la noche llegaba de Sevilla y, al subir telón, se vio a un conjunto de ratones que recordaban en demasía a Los listos que ha traído este año Ángel Subiela. Eso y un teatro semivacío fue la primera imagen que adoptó la comparsa.
El primer pasodoble, de tintes políticos, denunció los robos y la corrupción en las esferas políticas. El segundo, excesivamente dramático, narró el suplicio de un niño para ver a su padre porque su madre “lo ha dejado en la calle”.
Cuplés regulares, el segundo para su coincidencia con Subiela. Discretos.