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El Puerto

El torero portuense Alejandro Morilla sigue sumando triunfos

Brindó su primer toro al maestro Juan José Padilla y a su hermano Oscar; y el segundo a Juan Sánchez

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  • El torero portuense Alejandro Morilla sigue sumando triunfos. -

Plaza de Toros de Ubrique, Corrida Mixta, con un cuarto de entrada y numeroso público portuense en los tendidos, se han lidiado cuatro toros de Osborne, ayunos de carnes y movilidad, y dos novillos de 'Chamaco', el primero indultado, con más cuajo que los toros y mucho más poder, para: Alejandro Morilla (Terciopelo burdeos y azabache): oreja y oreja; José Carlos Venegas (Turquesa y oro): dos orejas y oreja; y el novillero local, que debutaba con picadores, Mario Sánchez (Espuma de mar y oro): dos orejas y rabo simbólicos y dos orejas; actuó como sobresaliente, sin intervenir en lidia el matador de toros portuense Diego Hermosilla (Negro y pequeñas flores en oro). Los tres actuantes y el mayoral de “Chamaco” salieron a hombros de la plaza.

Qué pena me dio ver la presentación y juego de los toros de Osborne en el coso de la 'Ciudad de la Piel', ¡ay qué pena de verdad!. Salieron al ruedo cuatro ejemplares que parecían que se alimentaron con espárragos trigueros y tagarninas rebuscadas en los cercados de `Puerto Acebuche, escuálidos de carnes, sin lustre en el pelo, y con las fuerzas justas para mantenerse de pie. Con esta vida a base de `pan y agua´ poco puede demostrar un animal bravo su casta en un ruedo, ya que la poca fuerza le hace defenderse durante la lidia.

Alejandro Morilla: el maestro portuense estuvo muy decidido durante toda la tarde, jugándose todo durante la lidia de sus dos oponentes. A ambos los recibió a portagayola, y a su segundo también le recetó dos largas cambiadas en el tercio. El diestro, vestido con un precioso terno de figura del toreo, estuvo muy por encima del juego de sus enemigos, demostrando que al lado de su apoderado Jaime Padilla, está subiendo escalones para recuperar el estatus de figura que tuvo en su etapa de novillero con picadores. Con la muleta se mostró muy firme ante las embestidas descompuestas, debidas a la falta de pujanza, de sus antagonistas.

Toreó muy bien por ambos pitones y conectó con el público con alardes muy toreros. Brindó su primer toro al maestro Juan José Padilla y a su hermano Oscar; y el segundo a Juan Sánchez (propietario del Hotel Duque de Medinaceli), demostrando así su agradecimiento hacia estas personas que tanto le están ayudando y apostando actualmente por él.
José Carlos Venegas: el torero jiennense demostró que es un torero al alza y que en cuanto le salga un toro y lo cuaje en una plaza importante puede dar mucho que hablar en el escalafón. Los dos toros que sorteó se movieron con más soltura que los del lote de Morilla, 'clavo ardiendo' al cual me agarro para tener fe en que con una correcta alimentación y trato aún se puede 'salvar de la quema un hierro que tanto ha aportado a la historia de las ganaderías españolas. El torero, acostumbrado a torear encastes complicados estuvo fácil toda la tarde, incluso me atrevo a decir que un poco al ralentí sin subir en demasía las revoluciones de su torería. A sus dos toros los pasó por ambos pitones con gusto y elegancia. Bridó su primer toro al novillero debutante Mario Sánchez y el segundo al respetable.
Mario Sánchez: gran día para este buen novillero y mejor persona. Mario se sintió en todo momento muy arropado por sus paisanos en la tarde de su presentación con picadores. Un debut soñado y triunfal gracias al juego de sus dos novillos, bravos y muy bien presentados. Se mostró bullidor con el capote ante dos ejemplares que tuvieron gran pelea en el caballo derribando ambos a los picadores, e incluso hiriendo el segundo de su lote al jaco. Su primer novillo, brindado a Eduardo Ordoñez y Juan Torres (personas claves en su paso por la Escuela Taurina de Ubrique), fue una máquina de embestir. Ya antes de salir al ruedo remató con fuerza en las puertas de los chiqueros y luego se entregó en los burladeros. Embestía con el hocico por delante y con ímpetu a los engaños del torero. Muy bien estuvo Mario ya que como dice el dicho ´un toro bueno descubre a los toreros malos´, y esto no ocurrió esta tarde. La faena fue de tandas largas y profundas, con muletazos muy bien hilvanados y con mucha conexión con los tendidos. En el sexto de la tarde también demostró su torería, brindó al público que le tributó una gran ovación de agradecimiento. De nuevo dejó ver su poderío ante otro encastado novillo al que le cuajó otra buena faena.

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