Desde Medio Ambiente, han vuelto a denunciar nuevos actos vandálicos perpetrados contra el mobiliario urbano instalado en distintas zonas de la ciudad.
La concejala del área, Marta Rodríguez, ha explicado que, cada vez con más frecuencia, "las inspecciones diarias detectan roturas y pintadas de graffitis en las marquesinas de las paradas de autobús; que amanecen día sí día también con un aspecto de deterioro a veces irreparable, ya que el ácido de los sprays utilizados no pueden eliminarse del vidrio de dichos paneles".
Así ha ocurrido en varias paradas de la ciudad como en la Urbanización de Valdelagrana o en las marquesinas de calle Aurora y la Glorieta de La Puntilla.
La edil ha advertido que, una vez más, "desde Policía Local se intensificará la vigilancia para tratar de detener a los infractores de estos delitos contra la propiedad pública, que tanto daño están haciendo a la ciudad de El Puerto y a los portuenses".
Igualmente, desde el equipo de Gobierno apelan “a la conciencia cívica para erradicar el vandalismo” con el objetivo de que no se vuelvan a repetir estos incidentes que repercuten directamente en las arcas municipales y por tanto en todos los portuenses.
Rodríguez aprovecha hacer una reflexión sobre las consecuencias devastadoras que para una ciudad tienen los actos vandálicos, considerados ya como una de las principales lacras del patrimonio municipal.
La edil popular quiere explicar a todos los portuenses que estos destrozos intencionados de macetas, bancos, papeleras, zonas de juegos infantiles, aspersores, contenedores, arquetas, fuentes, farolas, etc., que se repiten hasta el infinito en las distintas zonas de El Puerto de Santa María, están provocando un merme progresivo e imprevisto de los recursos municipales, que es el dinero de todos.
Por tanto, Rodríguez hace un llamamiento generalizado a todos los portuenses para que nos ayuden a controlar estos dramáticos sucesos; denunciando ante la Policía Local o ante el Ayuntamiento si presencian algún tipo de acto incívico.
No podemos obviar, reitera la edil, que el gasto y la incomodidad de reponer una y otra vez el mobiliario urbano “que es de todos” trae como consecuencia directa que ese dinero se saque de otras partidas que están previstas para la realización de otras obras y mejoras necesarias de la ciudad.
