El tiempo en: Málaga

La tribuna de El Puerto

Derribando realidades familiares

Las construcciones que no se ajustan a la legalidad encuentran auténticos dramas en muchos casos que no terminan de la mejor forma posible

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

El problema de las construcciones de viviendas no legales, las que no se ajustan a lo marcado por la legislación existente, (ilegales y alegales) encuentra con el paso de los años un asunto de difícil solución y con unas consecuencias que es complejo hallar una respuesta que contente a todos.

Por un lado, el que lo padece, que normalmente son familias que ven cómo la situación se va complicando con un rosario de multas y apercibimientos judiciales que les va acompañando y que van padeciendo en cada notificación.

En cada construcción hay una realidad y una vida en torno a ella. De la misma manera, acomodar legalidad con necesidades no siempre es bien entendido por unos y otros.


La vivienda sigue siendo un tema tan actual y tan enrevesado socialmente.

Tal y como publicamos hoy, igualmente, los desahucios continúan produciéndose diariamente sin que parezcan que se pone freno a un drama que no se acaba.

Por un lado se ocupa una vivienda de manera ilegal y por otro se solicita la ayuda para amueblar el piso. Ironías reales que conviven crudamente con la necesidad.

Encontrar una salida a paliar su regularización como así satisfacer y hacer justicia con los que sí se adaptan a esa normalización en forma de alquiler o compra, sí es motivo de estudio y de posibilitar el entendimiento de todas las partes implicadas.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN