El PSOE local ha hecho entrega de su premio Mujeres con Luz Propia a Rocío Sánchez Narváez, trabajadora de AFANAS que, cuando llegó el Covid 19, decidió, junto a 3 compañeros, auto confinarse en la residencia para poder atender a los residentes.
El secretario general del PSOE de El Puerto, David de la Encina, junto a las 4 concejalas socialistas Mª. Eugenia Lara, Mónica Jiménez, Ana Maria Arias y Carmen Ojeda, hacían ayer entrega del galardón en un acto sencillo, guardando todas las medidas de prevención.
En este año tan complicado no queríamos dejar de organizar estos premios, que ya van por su séptima edición, y que suponen el reconocimiento del PSOE de El Puerto a grandes mujeres portuenses. Unos premios que siempre cuentan con el respaldo del PSOE provincial y de su secretaria general Irene García, quien, en esta edición atípica, transmite un mensaje de cariño y admiración a las mujeres galardonadas y lo que ellas representan.
Con relación a Rocío Sánchez Narváez, David de la Encina ha señalado que “representa perfectamente a otras tantas mujeres que, como ella, son merecedoras de este premio por su fuerza, su tesón y su enorme solidaridad y generosidad”. Rocío, sabiendo que podía contagiarse no dudó en confinarse con los residentes para poder atenderlos. De hecho, a los 12 días se contagió de Covid y tuvo que salir de la residencia y confinarse en su domicilio donde pasó 28 días convaleciente en cama.
Como ha explicado la propia Rocío “la experiencia ha sido dura porque hemos visto cómo nuestros residentes lo han pasado muy mal y hemos sufrido mucho con ellos. Hemos pasado mucho miedo; idas y venidas de ambulancias; ingresos en el hospital; largas jornadas y noches de desvelo; han sido momentos muy difíciles porque los queremos. Pero siempre nos mantuvimos fuertes, pues formábamos un gran equipo”.
Nunca se ha arrepentido de la decisión tomada, ya que para ella “esta experiencia nos ha ayudado a crecer en humanidad y generosidad. Creo que ahora somos mejores personas, nos hemos olvidado de nosotros para preocuparnos por los demás”, y subraya que “nosotros simplemente hemos hecho nuestro trabajo, no somos héroes. Los héroes son ellos que lo han superado”.
Al recibir el premio, Rocío lo ha dedicado, en primer lugar, a las mujeres que ha tenido cerca en su vida y le han hecho ser la persona que es, y, en segundo lugar, a sus compañeras de trabajo.
“Solo pensaba en que ellos me necesitaban”
Rocío Sánchez Narváez, nació en 1965 en El Puerto de Santa María. Está casada con Paco Guerrero y es madre de María. Es voluntaria desde hace 18 años de Todo por una Sonrisa, una asociación que trabaja con niños hospitalizados.
Estudió el Bachiller en el Instituto Pedro Muñoz Seca y cuando terminó selectividad con idea de seguir estudiando, tuvo la oportunidad de trabajar en AFANAS, de lo que hace ya 31 años. Desde entonces, la familia de AFANAS forma parte de su vida y por ellos decidió confinarse y arriesgarse a coger el Covid, pero como ella dice “eso no me preocupaba en esos momentos, solo pensaba en que ellos me necesitaban, no me lo pensé porque es como si hubiese sido alguien de mi familia”.