El avión fletado por el Ministerio de Exteriores procedente de Bombay en el que viajan 56 españoles que se encontraban en la ciudad durante los atentados del pasado miércoles aterrizó en la Base Aérea de Torrejón pasadas las 14.50 horas.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que salió ilesa de los ataques, espera junto al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, la llegada de los españoles, especialmente la de sus compañeros de viaje.
Cerca de un centenar de personas se encuentran en la Base Aérea con ramos de flores y pancartas. En el avión viajan, entre otros, el alcalde de Majadahonda, Narciso de Foxá; el presidente de la CEIM, Arturo Fernández; el presidente de la Cámara de Comercio, Salvador Santos Campano; su jefa de prensa, Covadonga Fernández; la directora de Comunicación de la Comunidad de Madrid, Isabel Gallego, el fotógrafo de la presidenta, Carlos Iglesias, y dos miembros del equipo de comunicación de la Comunidad de Madrid.
Los dos empresarios, "nerviosísimos"
Álvaro Rengifo y Alejandro de la Joya, los dos empresarios españoles que fueron liberados esta mañana del hotel Oberoi Trident de Bombay estaban "nerviosísimos y muy demacrados" después de permanecer un día y medio encerrados en su habitación durante la toma de rehenes.
Así lo confirmó a Europa Press el cónsul español en la ciudad india, César Alba, quien explicó que los empresarios salieron del Oberoi Trident poco después de la liberación por parte de las fuerzas indias, tras lo cual se dirigieron a la residencia consular. Alba destacó que les vio "nerviosísimos y muy demacrados", e informó de que ya han hablado con sus familias.
Según el cónsul en Bombay, Rengifo y De la Joya se han trasladado al hotel Hyatt, cercano al aeropuerto de Bombay, donde ofrecerán una rueda de prensa y esperarán hasta que regresen a nuestro país, aunque Alba no pudo precisar cuándo o cómo volverán.
No obstante, indicó que los dos empresarios se están planteando regresar con el avión que ha fletado la presidencia francesa de la UE para recoger a la delegación del Parlamento Europeo (PE) que también se vio sorprendida por los atentados.