El presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, ha urgido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a que renueven el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) "en las próximas semanas" o le devuelvan sus competencias, para evitar la adopción de "otro tipo de decisiones que ni queremos ni nos gustan".
Lesmes ha lanzado este mensaje en su discurso durante el acto de apertura del año judicial, que ha presidido el rey, y poco después ha concretado ante los periodistas que, entre esas medidas extraordinarias, baraja su dimisión.
En un momento en el que las negociaciones entre el PSOE y el PP son inexistentes, en su discurso ha descartado de plano una renuncia colectiva de todos los vocales del CGPJ, un comportamiento que sería "irresponsable", pero ha dicho que "la renuncia individual puede resultar admisible".
Lesmes sigue pesimista, pero confía en que algo se mueva tras su advertencia.
PRIMERO RENOVAR EL CGPJ, LUEGO REFORMAR LA LEY
El presidente del CGPJ ha reiterado que la renovación del Consejo "debe acometerse con urgencia" y de acuerdo con la actual ley, "sin que se pueda supeditar por ninguna fuerza política a sucesivas condiciones que impiden el cumplimiento del claro mandato constitucional del plazo, que no admite interpretaciones".
Una vez que se consume la renovación "y solo entonces" -ha dicho- será "ineludible" reformar con urgencia el modelo de elección del Consejo.
De esta forma ha querido zanjar el debate enquistado sobre cuáles son las prioridades -primero renovar y luego modificar la norma, ya que el PP ha llegado a exigir reformar la ley antes de sentarse a negociar-.
Ante Felipe VI y la alta magistratura del país, Lesmes ha solicitado "pública y solemnemente" a Sánchez y a Feijóo "que se reúnan con urgencia y lleguen a un acuerdo que ponga solución definitiva a esta situación insostenible" para que "el Consejo General del Poder Judicial sea renovado en las próximas semanas".
LESMES DA UN ULTIMÁTUM, PERO SIN CONCRETAR MEDIDAS
"O, de no serlo, -ha continuado- sea restituido en la plenitud de sus competencias, otorgando a esta petición la relevancia constitucional y democrática que realmente tiene y dejando de lado todo interés de partido".
Tras ello ha lanzado la siguiente advertencia: "De no ser atendido este llamamiento que hoy hago, será preciso reflexionar sobre la adopción de otro tipo de decisiones que ni queremos ni nos gustan".
Este "emplazamiento urgente", ha dicho Lesmes, es su respuesta a los jueces españoles que esperan que "quien les representa no permanezca impasible ante el deterioro de sus principales instituciones y, por extensión, de la Justicia entera".
Para el presidente del Supremo y del CGPJ, "resultaría inadmisible mantenerse impávido en esta responsabilidad, ante esta situación insostenible e inaceptable" por respeto a las instituciones que preside desde hace ya nueve años.
En un tono duro y pesimista, Lesmes ha subrayado que ha hecho multitud de llamamientos a los responsables políticos con la confianza de que el sentido del deber se impondría y los mandatos constitucionales serían respetados, pero "hoy la confianza ha desaparecido" y los daños por la no renovación se agravan.
ALERTA ANTE EL GRAN "ESTROPICIO" EN EL SUPREMO
En este sentido ha hecho especial hincapié en "los efectos devastadores" que sufre el Supremo derivados de la reforma impulsada por el Gobierno que impide al CGPJ en funciones realizar nombramientos. Hay 14 vacantes sin cubrir y en los próximos meses serán 20, lo que representa el 25 % de sus efectivos.
Ademas, 49 de las 116 presidencias de tribunales existentes en España no están desempeñadas por un presidente titular, y el 21 de diciembre la Sala de Justicia del Tribunal Militar Central dejará de actuar por falta de todos sus miembros.
"El estropicio es tan grande que no se había producido una situación semejante en la cúpula de la Justicia española en toda la historia de nuestra democracia", ha destacado el presidente del TS.
Ha arremetido igualmente contra la reciente reforma impulsada también por los partidos del Gobierno "para rectificar parcial y apresuradamente su propio criterio" que impedía al CGPJ realizar nombramientos, restaurando al Consejo su potestad para designar a los magistrados del Constitucional pero no así a los del Supremo, "pese a ser a todas luces evidente la grave situación" de este tribunal.
A su juicio, esta iniciativa legislativa, "aprobada ignorando deliberadamente la penosa situación" del Supremo, "es un agravio no solo para toda la Justicia, sino fundamentalmente para los propios ciudadanos, que son los grandes damnificados".
UN MENSAJE PARA EL GOBIENRO
"El sentimiento de pesar se agudiza cuando comprobamos, además, que las recurrentes llamadas de atención efectuadas desde la Sala de Gobierno no reciben otra respuesta que la indiferencia", ha añadido Lesmes en una alusión directa al Ejecutivo y bajo la atenta mirada de la ministra de Justicia, Pilar LLop, sentada justo a su lado.
Precisamente, ese enfado está detrás de la amenaza de bloqueo del sector conservador del Consejo en torno a la renovación del Tribunal Constitucional, que en las últimas horas se ha abierto al consenso pero exigiendo unas condiciones.
Esto es, fijar unas reglas del juego sobre la votación y más tiempo, lo que desliza la idea de que probablemente no se cumpla la fecha del 13 de septiembre que establece la ley para acordar los nombres y supone una mensaje al Ejecutivo, que no barajaba otro escenario que fuera cumplir con la legalidad vigente y acordar en el pleno de este jueves los nombres de los magistrados.
Lesmes ha asegurado a los periodistas que no dejará su cargo antes de que el CGPJ elija a los dos magistrados del Constitucional que debe designar.