Muchas y buenas intenciones

Una vez que España está ya oficialmente en crisis, reconocida por el Gobierno aunque el reconocimiento por un gobierno de que no existe lo que existe es la mejor prueba de su existencia, queda una vez más la puerta abierta para ese especie de sálvese quien pueda que ponen en marcha todos los sectores que tienen que vender para subsistir, desde los grandes comercios hasta la tienda más pequeña y humilde. La hostelería, en unos momentos festivos como los que se avecinan, no iba a ser menos, y ha pedido a los ayuntamientos medidas excepcionales y fáciles de conceder con buena voluntad política, que suele ser de lo poco que sobre cuando la economía termina y comienza un ciclo, que es lo que al fin y al cabo es una crisis. De esa forma se llega a una medida excepcional para que los bares puedan estar abiertos dos horas más, contando con que los que tienen que ir a los bares también puedan cumplir con esa medida. Porque ellos también están en crisis.