El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acudió hoy a la reanudación de la vista preliminar por el llamado proceso Mediatrade
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, acudió hoy a la reanudación de la vista preliminar por el llamado proceso Mediatrade, en la que supuso la primera comparecencia del mandatario ante el juez en los últimos ocho años.
Como había prometido, Berlusconi llegó alrededor de las 10.00 hora local al Tribunal de Milán, donde durante la mañana se congregaron tanto seguidores como detractores del primer ministro.
Antes de presentarse ante los jueces, el político conservador no desaprovechó la oportunidad de defenderse a través de un programa de televisión del Canale 5, de su propiedad, en una intervención telefónica en la que calificó las acusaciones de fraude fiscal y apropiación indebida que pesan sobre él de "infundadas y ridículas".
En este proceso se investiga si el grupo Mediaset, propiedad de la familia Berlusconi, compró a través de su filial Mediatrade los derechos de películas a un mayorista estadounidense mediante el intermediario Frank Agrama y su empresa Wiltshire para aumentar después los precios y permitir con su recompra evadir dinero al fisco.
"Soy el hombre más imputado de la historia y del universo. Ha habido más de 2.500 audiencias en mi contra y contra mi grupo empresarial y más de mil magistrados que se han ocupado de mí sin éxito", agregó.
En un nueva andanada contra los magistrados, Berlusconi aseguró que los fiscales "continúan sabiendo que no pueden llegar a una condena", pero se las arreglan para que él "aparezca" en todos los periódicos, le "enfangan" y le hacen "perder mucho dinero y tiempo".
Asimismo, agregó que el proceso Mediatrade es un nuevo intento para "eliminar el mayor obstáculo que tiene la izquierda para llegar al poder".
La sesión de hoy, que se celebró a puerta cerrada, fue de carácter técnico y Berlusconi no hizo ninguna declaración, según informaron los medios de comunicación italianos.
En la misma se fijaron las próximas sesiones de esta fase del proceso, una para el próximo 4 de abril y otras dos en mayo, que se celebrarán siempre en lunes siguiendo la petición del primer ministro, que hace una semanas manifestó su disponibilidad para acudir a los tribunales sólo ese día de la semana.
Al término de la audiencia preliminar el tribunal deberá decidir si envía a juicio a Berlusconi o archiva el caso, en el que, junto al mandatario, han sido investigadas otras once personas, entre ellas su hijo y vicepresidente del grupo Mediaset, Pier Silvio Berlusconi.
Por su parte, el abogado de Berlusconi, Niccoló Ghedini, no quiso desvelar si el mandatario declarará en el proceso de forma espontánea o bien se someterá a un interrogatorio, mientras explicó que mañana depositará ante el tribunal la lista de testigos de la defensa.
A su salida del Tribunal, donde fue acogido por los vítores de sus seguidores pero también por las demandas de dimisión de sus detractores, Berlusconi manifestó que todo había ido "bien" y anunció que acudirá de nuevo ante los jueces en la próxima sesión del proceso Mediatrade.
La de hoy es la primera vez que Berlusconi se presenta ante los jueces en un proceso desde que en junio de 2003 declaró ante los magistrados en el caso SME, en el que estaba acusado de corrupción a jueces y del que quedó absuelto en 2008.
Es también la primera vez que comparece ante un juez desde que el Tribunal Constitucional invalidó, el pasado enero, la ley del legítimo impedimento, que le permitía ausentarse de las vistas alegando compromisos institucionales y a la que se había acogido en reiteradas ocasiones para no acudir a las audiencias de los tres procesos que tenía pendientes hasta ese momento.
La incógnita ahora es ver si también acudirá el próximo 6 de abril a la vista de inicio del juicio por el conocido como caso Ruby, en el que está imputado por inducción a la prostitución de menores y abuso de poder y quizá el más delicado de los que afronta en estos momentos.
A este respecto, el abogado Ghedini se limitó a decir: "Veremos qué hay", en alusión a eventuales compromisos institucionales adquiridos por el primer ministro que justificasen un legítimo impedimento para no acudir a la corte.