El último barómetro del CIS revela que en el último mes ha aumentado la preocupación de los ciudadanos por el paro y los problemas económicos, y que la corrupción y el fraude, que hasta hora figuraban en porcentajes bajos, se han convertido en el cuarto problema detrás de la clase política y los partidos.
A finales del año pasado, el 82,1 por ciento de los encuestados por el CIS citaba el desempleo como el mayor problema ciudadano, un porcentaje que en enero ha subido más de una décima, hasta el 83,3 por ciento.
Y los problemas económicos, citados por el 50,4 por ciento en diciembre, suben ahora en la tabla de preocupaciones ciudadanas hasta el 53,7 por ciento, conservando el segundo puesto.
Se confirma en tercer lugar la inquietud por la clase política y los partidos, que si eran vistos como un problema por el 19,7 por ciento ahora lo perciben como tal el 17,8 por ciento.
La principal novedad en la estadística de enero es que la corrupción entra en cuarto puesto, mencionada por 12,3 por ciento, un porcentaje que dobla su cifra de diciembre, cuando el 6 por ciento de los ciudadanos se refería a la corrupción como una de las mayores preocupaciones.
En quinto lugar queda la sanidad (8,1 por ciento frente al 9,3 del anterior muestreo), seguida de la inmigración (7,5 por ciento frente a 7,6) y de la inseguridad ciudadana (5,7 por ciento), que ocupa el puesto que antes tenía la educación, cuyo porcentaje ha bajado de un 7,2 al 5,2 por ciento, empatando así con vivienda.
Cuando se pregunta a los ciudadanos cuál es el problema que más les afecta personalmente, casi la mitad cita el paro (45 por ciento) y un 43,3 por ciento alude a los problemas económicos.
Respecto a la situación de la economía, un 86,6 por ciento de los entrevistados por el CIS la define como "mala" o "muy mala", y sólo el 1,2 por ciento la ve "buena" o "muy buena"; en diciembre tenían una percepción negativa el 87,2 por ciento y positiva el 0,9.
De cara al futuro se aprecia más optimismo, porque si en el anterior barómetro el 32,9 por ciento aventuraba que la economía iba a empeorar dentro de un año, ahora piensa así el 29,6 por ciento.
Al mismo tiempo, si sólo el 18,4 por ciento vaticinaba que en un año mejoraría la economía, este porcentaje de optimistas ha ascendido al 21,2 por ciento, siempre según el barómetro del CIS.
En cuanto a la situación política, el 53 por ciento la describe como "mala" o "muy mala" (antes el 62 por ciento), y el 8,3 por ciento la ve "buena" o "muy buena" (antes el 4,6 por ciento).
Hay un 23,2 por ciento que piensa que mejorará (en diciembre opinaba así el 24,6 por ciento) y un 19,6 por ciento apunta que irá a peor, frente al 21,8 por ciento del anterior barómetro.