Una bomba estalló en una concurrida zona de esta localidad, situada en la provincia oriental paquistaní de Punjab, y causó la muerte de 24 personas, según el inspector general de la Policía de la región, Shaukat Javed, citado por el canal privado Geo.
El atentado tuvo lugar mientras numerosos fieles llevaban a cabo una procesión cerca del templo, según Javed, quien añadió que el atentado podría ser obra de un suicida.
Los heridos ya han sido trasladados a un hospital cercano, mientras que la Policía, que ya ha detenido a algunos sospechosos, ha acordonado la zona.
Las autoridades provinciales han ordenado una investigación de lo sucedido y que se incremente la seguridad en torno a los lugares de rezo chiíes, mientras que tanto el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, como el primer ministro, Yusuf Razá Guilani, ya han condenado el atentado.
Aunque la comunidad chií convive con la mayoritaria suní en diversos puntos del país, con frecuencia se registran altercados y atentados, especialmente contra lugares de culto.
Punjab, la provincia más poblada y próspera del país, no acostumbra a ser escenario de atentados.