Mientras decenas de miles de ciudadanos celebraban el acontecimiento histórico en torno a la Puerta de Brandeburgo, la Asamblea Federal, reunida en el Reichstag a escasos metros de la fiesta popular, votó en la primera vuelta la reelección de Köhler por un nuevo período de cinco años.
Un total de 613 miembros de la Asamblea Federal, formada por los 612 diputados del Bundestag y otros tantos representantes de los 16 estados federados, dieron su voto a Köhler, el número exacto para alcanzar la mayoría absoluta en la primera votación.
El nuevo y viejo presidente alemán obtuvo el respaldo cerrado de los partidos de la Unión –cristianodemócratas (CDU) y socialcristianos bávaros (CSU)–, los liberales (FDP) y la formación de los Electores Libres de Baviera.
Su principal rival, la catedrática de universidad Gesine Schwan, a la que se enfrentó también hace cinco años y que contaba de nuevo con el apoyo del Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes, obtuvo un total de 503 votos.
Anecdótico fue el resultado del tercer candidato, el actor germano oriental Peter Sodann, muy conocido por su papel de comisario en una popular serie de televisión, que consiguió los 91 votos de los representantes del partido de La Izquierda.
Y prácticamente desapercibido pasó el cantautor de la ultraderecha Frank Rennike, al que respaldaron únicamente los cuatro representantes del Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD) y la Unión Popular Alemana (DVU), que cuentan con diputados en varias cámaras regionales del este del país.
Tan solo uno de los 1.224 miembros de la Asamblea Federal se ausentó por enfermedad, mientras que hubo dos votos nulos y diez abstenciones.
La reelección de Köhler se daba por segura y la única incógnita consistió en ver si lo conseguía en la primera vuelta o si sería necesario llegar a una segunda.
