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El PP llega al ecuador de campaña inquieto ante un pacto PSOE-Podemos

Las últimas declaraciones del presidente de C's asegurando que no facilitará un gobierno de Rajoy, ni siquiera con la abstención, han causado indignación

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El PP está convencido de que en las elecciones generales del 26 de junio será de nuevo primera fuerza política como recogen las encuestas, pero llega al ecuador de la campaña inquieto por el temor a que finalmente los socialistas lleguen a un entendimiento con Podemos que les deje fuera del Palacio de la Moncloa. A eso se suma el malestar y el cabreo que ha provocado dentro del partido los continuos ataques de Albert Rivera a Mariano Rajoy.

Las últimas declaraciones del presidente de Ciudadanos (C's) asegurando que no facilitará un gobierno de Rajoy, ni siquiera con la abstención, han "indignado" a los cargos 'populares', que censuran en privado la inquina que Rivera exhibe públicamente contra Rajoy para lograr protagonismo electoral y arañar votos en un momento en que las encuestas apuntan a que perderá apoyos.

Algunos cargos de la dirección del PP consideran que todo forma parte de una estrategia electoral y que Rivera cambiará su veto a Rajoy tras conocer los resultados del 26J, que servirán para "poner a cada uno en su sitio". Sin embargo, en las filas del PP otros dirigentes asumen que Ciudadanos votará con el PSOE y ven cada vez más alejada esa posibilidad de acuerdo con los 'populares'.


Esa "virulencia" de Rivera hacia Rajoy ha hecho que el PP -incluido el presidente del Gobierno-- eleve el tono contra el partido naranja. El principal mensaje consiste en recalcar públicamente que votar a Ciudadanos es inútil porque esos votos no se traducen en escaños y solo sirven para que al final ganen PSOE y Podemos.

Los 'populares' quieren recuperar muchos de los votos que en diciembre se fueron a C's, no sirvieron para que lograra escaño pero si esos votos ahora volvieran al PP les permitiría lograr más representación parlamentaria en una veintena de provincias como Guadalajara, Lleida, Lugo, Pontevedra o Badajoz.

En los argumentarios internos enviados a sus cargos, a los que ha tenido acceso Europa Press, el PP se ha lanzado a descalificar la campaña de "vetos y líneas rojas" de Rivera que, a su entender, se suma de esta manera al PSOE. En 'Génova' consideran que ambas formaciones han organizado juntos una campaña en clave "negativa" porque niegan la recuperación, la creación de empleo y "también niegan por anticipado que el candidato más votado por los españoles sea presidente del Gobierno".

MEJOR CLIMA EN LA CALLE QUE EN DICIEMBRE

En el PP hay una opinión generalizada de que en estas elecciones hay mejor ambiente tanto en la calle como en la militancia, a diferencia de lo que pasó en los comicios de diciembre. Y ese buen clima y los datos internos que ya tienen les hace estar seguros de que van a conseguir mejor resultado que hace seis meses, tanto en escaños como en porcentaje de voto.

Fuentes de la dirección nacional del PP admiten que están satisfechos con la evolución de la campaña y recuerdan que todas las encuestas coinciden en que será la fuerza más votada el próximo domingo. Eso sí, no quieren caer en la euforia, conscientes de que es posible un entendimiento entre Podemos y el PSOE como ya ocurrió en muchos ayuntamientos y comunidades tras las elecciones de mayo de 2015.

Desde la dirección nacional del PP consideran que el PSOE estará completamente "muerto" si deja la centralidad para aliarse con el partido de Pablo Iglesias, al que ven como segunda fuerza política por delante de los socialistas.

La posibilidad de que el PSOE pueda abstenerse para facilitar un gobierno en minoría de Rajoy es algo que en 'Génova' no ven factible con el actual secretario general del PSOE, que dudan que pueda marcharse la misma noche electoral aunque haya 'sorpasso' del Podemos. De hecho, fuentes del PP subrayan que hasta ahora el Comité Federal del Partido Socialista no ha conseguido relegarlo.

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