Expresos de ETA, entre ellos, Juan José Zubieta, condenado por el atentado contra la casa cuartel de Vic (Barcelona), defienden que la prioridad en la agenda por los derechos de los reclusos debe ser el fin de la dispersión.
La primera de ellas, que queremos a todos los presos, cuanto antes, libres y en casa. En el camino de la amnistía sí, pero cuanto antes fuera de las cárceles. Sin esperar a amnistías lejanas e improbables y sin recorrer los caminos que llevan a 'Langraitz'Esta reflexión se recoge en una artículo de opinión publicada por el diario Gara y que está firmado por los expresos Juan José Zubieta, Mariló Gorostiaga, Xabier Goldaraz, Iosu Iparra y Carlos Pérez.
En el artículo, señalan que la iniciativa desarrollada por expresos y exhuidos los pasados 13 de marzo en Usurbil y el 17 de abril en Bilbao, dejaron "unas cuantas cosas claras tanto en el seno de la izquierda abertzale como en los espacios al margen que hacen una utilización interesada de la cuestión de las presas y los presos políticos".
"La primera de ellas, que queremos a todos los presos, cuanto antes, libres y en casa. En el camino de la amnistía sí, pero cuanto antes fuera de las cárceles. Sin esperar a amnistías lejanas e improbables y sin recorrer los caminos que llevan a 'Langraitz'", apuntan en referencia a la conocida como 'vía Nanclares'.
Asimismo, creen que también quedo claro que "en la cuestión de los presos hay espacios de movilización para todos". Además, indican que, a los que dicen "que no se hace nada por los presos, a partir de ahora no les van a faltar convocatorias y oportunidades, la primera de ellas el emplazamiento que nos hace Sare para poner la dispersión frente a la señal de Stop".
Los expresos aseguran que, "en el camino de la amnistía y la vuelta a casa de todos, poner fin a la dispersión es una obligada batalla". En su reflexión denuncian que la postura de los gobiernos español y francés sigue "inalterable pese a los centenares de denuncias, movilizaciones, declaraciones institucionales o internacionales" contra la dispersión.
Según indican, la dispersión es el engranaje que "marcha solo y nadie para". "No se le encuentra la marcha atrás porque no quieren buscar en los sustanciales cambios políticos producidos hace más de cinco años los motivos para parar esa infernal e inhumana maquinaria", aseguran.
A su juicio, en la agenda por los derechos de las personas presos el fin de la dispersión debe de ser una las prioridades, tanto "por sentido común, por razones humanitarias y, sobre todo, por razones políticas".
"Si un nuevo escenario de paz, reconciliación y normalización es inalcanzable con personas encarceladas y huidas, se hace imposible desde la ausencia de derechos humanos y desde el mantenimiento de la crueldad y la venganza como elementos centrales de la política penitenciaria", aseguran.