La Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Afganistán confirmó ayer que 16 civiles murieron al estrellarse un helicóptero en la provincia de Kandahar, en el sur del país.

En un comunicado, la ISAF dijo que hay “cinco bajas adicionales cuya condición está por confirmar”.

La fuerza internacional subrayó en su nota que el aparato siniestrado era un helicóptero “civil” que operaba en Afganistán “bajo contrato”.

También puntualizó que entre las bajas no hay “personal militar”.

Aunque aún se ignoran las causas por las que el helicóptero se estrelló, la ISAF dijo que “se ha descartado una acción insurgente”.

Poco antes, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia había informado en Moscú de que al menos 15 personas murieron al estrellarse un Mi-8 en el aeropuerto de Kandahar.

La fuente, citada por la agencia rusa Interfax, dijo que en el aparato viajaban 20 ocupantes, tres tripulantes y 17 pasajeros, y apuntó que los supervivientes estaban también heridos.

Actualmente, el Reino Unido arrienda helicópteros rusos y ucranianos Mi-8, Mi-6 y Mi-26 para el transporte de tropas y mercancías en Afganistán.

La Agencia rusa anunció la creación de una comisión de investigación que integrará a miembros de la administración del aeropuerto de Kandahar y representantes rusos del sector de aviación.