El líder de JxCat en el Parlament, Jordi Sànchez, ha pedido este lunes al presidente de la Generalitat, Quim Torra; al vicepresidente, Pere Aragonès, y a la portavoz, Elsa Artadi, "crear las condiciones para facilitar una reunión con una delegación del Gobierno español" el viernes 21 de diciembre.
En una carta a Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, ha argumentado que "el diálogo nunca puede ser considerado como una expresión de debilidad, como una pérdida de tiempo, y menos aún como una tradición a no se sabe qué principios y lealtades".
El también expresidente de la ANC, en la cárcel y en huelga de hambre, considera que el encuentro debe servir para poner encima de la mesa todas aquellas cuestiones "que hoy distorsionan y bloquean la vida política y social".
Así, concluye que en un eventual encuentro deberían abordarse "los derechos y libertades democráticas, la solución acordada de un referéndum sobre el futuro territorial de España y Cataluña y también posibles mejoras sociales".
"Solo los que se siente débiles rehuyen cualquier oportunidad de diálogo, y por esto habrá que esperar que Pedro Sánchez y los miembros de su gabinete no rehuyan la oportunidad del encuentro", ha reflexionado Sánchez.
Ha afirmado que, si esta reunión entre representantes de los dos ejecutivos se hubiera producido hace semanas, ahora mismo no existiría "la tensión y hostilidad política que se vive en la política española y, de rebote, en la política catalana".
"GRAVE ERROR"
Sànchez ha afeado al presidente del Gobierno central que es un "grave error" celebrar una reunión del Consejo de Ministros en Barcelona sin haber buscado antes, a su juicio, una aproximación previa al diálogo y al acuerdo.
"Pero precisamente esta tensión hace más necesario que nunca el esfuerzo para concretar un encuentro entre los dos ejecutivos", concluye Sànchez, que también reclama que cualquier movilización contra el Consejo de Ministros sea pacífica y no violenta.
El líder de JxCat en la Cámara admite que una reunión así puede tener costes para los dos ejecutivos, pero invita a pensar en los costes negativos que tendría "un no encuentro", que considera que serían muy superiores.
"El no diálogo es la victoria del populismo, de aquellos que creen que desde la política no es posible encontrar solución a los problemas. Por eso Cs, Vox y el PP quieren evitar y criticarán el encuentro entre el ejecutivo catalán y español", concluye.